El Mal del Sueño (Sleeping Thickness, Alemania, Francia, Países Bajos, 2011)
Dirección y Guión: Ulrich Kohler. Elenco: Pierre Bokma, Jean-Christophe Folly, Jenny Schily. Producción: Maren Ade, Janine Jackowski, Karin Schlosser, Frans Van Hestel. Distribuidora: Zeta Films. Duración: 91 minutos.
Perdidos en el tiempo
Hay determinados films que en su afán de presentar un enfoque artístico terminan sin expresar muchos tópicos de interés analítico y culminan siendo monótonos; con El Mal del Sueño, tercer film del alemán Ulrich Köhler sucede algo como esto.
La película de Köhler narra como el doctor Ebbo Velten (Pierre Bokma), que se encuentra compenetrado en su trabajo en Camerún contra la epidemia del mal del sueño, se ve inmerso en distintos trastornos que le trasmite la vida en un lugar desolado, al cual su mujer decide abandonar para volver a Alemania y acompañar a la hija de ambos que se encuentra en un internado estudiantil. A partir de ahí, el protagonista se sumerge en distintos delirios que le propone la tierra en la que vive, sumándosele que un médico es enviado de Francia para controlar los progresos de su trabajo, lo cual le puede generar diversas complicaciones en lo que a los subsidios que recibe se refiere.
El Mal del Sueño propone una cruda estética de un sitio destemplado, para el cual Köhler expresa sus ideas a través de planos largos con una fotografía apagada de día y muy oscura de noche, en un film poblado de situaciones y carente de acciones, en tanto que suprime la música extradiegética para así crear un clima realista y abrumador.
La cuestión es que la película se torna un tanto densa y en vez de profundizar en los distintos tópicos que propone, se pierde en mostrar la rutina tanto de los personajes como del entorno del universo que habitan. En consecuencia, hay momentos que quedan muy desencadenados a lo largo de la narración, como es la separación entre los dos etapas del film, ya que entre la primara parte en que Volten esta con su mujer y su hija y la que trascurre tres años mas tarde cuando llega el enviado de Francia, hay una extensa elipsis que carece de justificación y el lazo entre ambos lapsos queda muy lejano y por momentos el relato se encuentra en discordancia.
Enredada y pretenciosa, El Mal del Sueño de Köhler no resulta lo suficientemente atrayente, ya que a pesar de ser correcta visualmente no propone ninguna característica distinta e interesante que haga sobresalir el tiempo que compone cada imagen, en tanto que a nivel narrativo se pierde entre distintos baches y no profundiza como debería en los distintos tópicos que propone la historia, solo intenta sobresalir por momentos con una especie de acción poética que no termina de desarrollar su cometido.
