Protegiendo al Enemigo (Safe House, EE.UU., 2012)
Director: Daniel Espinosa. Guión: David Guggenheim. Producción: Scott Stuber. Elenco: Denzel Washington, Ryan Reynolds, Vera Farmiga, Brendan Gleeson, Sam Shepard, Robert Patrick, Ruben Blades, Nora Arnezeder, Liam Cunningham, Joel Kinnaman. Distribuidora: UIP. Duración: 115 minutos.
Matt Weston (Ryan Reynolds) trabaja para la CIA en Ciudad del Cabo, Sudáfrica. Pero su campo asignado no es el de las misiones: sólo le toca el poco emocionante y nada riesgoso trabajo como cuidador de una casa de seguridad, un lugar en el que los agentes esconden prisioneros, testigos y todo lo que sea secreto. La rutina sigue su curso, hasta que llevan a Tobin Frost (Denzel Washington), un ex espía norteamericano que traicionó a su patria y se dedica a vender información confidencial a diferentes agencias de inteligencia. Durante el cruento interrogatorio a Frost, un grupo comando invade la propiedad, en busca del cautivo. De golpe y sin proponérselo, Matt deberá hacerse cargo de Frost y llevarlo hasta una nueva casa de seguridad. Todo se complicará cuando descubra que quienes los buscan responden a órdenes de un peso pesado de la CIA, sus propios jefes. Entonces deberá aprender a confiar en el frío, despiadado y calculador Tobin, quien, pese a querer escaparse a cada rato, no resulta ser el villano de la historia y posee datos capaz de derrocar a las más altas esferas del Poder.
Protegiendo al Enemigo es un thriller de acción de la vieja escuela: persecuciones, explosiones y tiros filmados de manera realista, sin nada de efectos por computadora. El estilo remite a films de los ’70 y, más acá en el tiempo, a las películas del agente Jason Bourne. De hecho, el director de fotografía es Oliver Wood, el mismo de aquellas aventuras del amnésico espía interpretado por Matt Damon. El director Daniel Espinosa no es Paul Greengrass, pero hace un muy buen trabajo con cámaras nerviosas que siguen a los personajes y escenas filmadas en manifestaciones y barrios pobres, lo que le da al asunto un tinte neorrealista. (Por si se lo están preguntando, Espinosa es sueco, pero de padre chileno).
Denzel Washington es uno de los más grandes actores de las últimas décadas, y lo sigue demostrando incluso en sus películas menores. Frost parece un Hannibal Lecter de los espías, ya que puede matarte con rapidez o manipularte pronunciando unas pocas palabras. Ryan Reynolds, que venía del bochorno que fue Linterna Verde, está más que aceptable como el novato, y la química con Denzel es muy interesante. El elenco secundario tampoco tiene desperdicio, pese a que no aparece tanto: Vera Farmiga, Brendan Gleeson, Sam Shepard, quienes interpretan a peses gordos de la CIA. Breves pero buenas las participaciones de Robert “por siempre T1000” Patrick y del salsero, actor, político y siempre talentoso Ruben Blades. Pero uno de los atractivos consiste en ver al sueco Joel Kinnaman, recientemente confirmado para hacer del nuevo RoboCop en el reboot que está preparando José Padhila, responsable de Tropa de Élite y su secuela. Por su porte y su manera de luchar contra Reynolds en una secuencia, Kinnaman tiene con qué para meterse en el traje de andoide justiciero.
Ni sublime ni desastrosa, con un ritmo infernal sin ser agobiante, Protegiendo al Enemigo es perfecta para pasar el rato y, de paso, aprender que a veces no se puede confía en nadie.