Esperando la Carroza
Adaptación y Dirección: Hector Presa. Texto: Jacobo Langsler. Vestuario: Lali Lastra. Música: Angel Mahler. Coreografía: Mecha Fernández. Elenco: Gabriel Velazquez, Nicolás Di Tizzio, Angelina Otero, Alejandra Ballvé, Miguel Angel Vigna, Analía Tarrio Lemos, Ezequiel Elizalde, María Soledad Siboldi.
Cantar y Reir para no Llorar
¿Cuál es la clave para que Esperando la Carroza siga siendo tan efectiva? Han pasado 26 años del estreno del film de Doria basado en la obra de Langsler, y todavía nos seguimos riendo de nuestras propias miserias como si fuese ayer. Lo que Langsler ha logrado transmitir a través de esos magníficos, patéticos, identificables personajes que construyen el mundo costumbrista es una manera de reirnos de nuestras propias hipocresías, de nuestro falso comportamiento cotidiano, de nuestro lenguaje vulgar, de nuestros prejuicios sociales.
Esta versión de Esperando la Carroza no difiere en esencia lo que Langsler quería transmitir. Esta es la historia de los Musicardi. Tres hermanos, sus respectivas esposas, la hija adolescente de uno de ellos… y Mamá Cora. Cuando Mamá Cora desaparece, la culpa se agolpa en la familia. Cada hermano asume la culpa, pero el verdadero enfrentamiento se da entre las cuñadas, Susana y Elvira. La primera fue la que cuidaba a Mamá Cora y la segunda es la dueña de la casa donde sucede la acción.
Cada hermano pertenecen a un eslabón social diferente: Antonio (Elizalde) es de clase alta, Sergio (Vigna) de media, y Jorge (Di Tizzio) de clase baja. Verdades y mentiras matrimoniales salen a la luz, cuando reciben el comunicado que Mamá Cora se tiró en las vías del tren y está muerta. En medio del funeral, los Musicardi recordarán los últimos momentos que vivieron junto a Mamá Cora, mientras que la verdadera Mamá Cora, mira el espectáculo desde la platea.
Presa compone de forma ingeniosa una estructura coral que funciona con canciones divertidas compuestas por el gran Angel Mahler. Las coreografías son clásicas, pero el elenco completo le aporta una gracia y ternura innata a cada una de ellas. Es llamativo, pero no es justamente la incorporación del aspecto musical lo que hace “ruido” en esta adaptación, sino el hecho de dejar un poco rezagados a los personajes masculinos.
No quiero entrar en comparaciones, pero acá los enfrentamientos que tienen mayor lucimiento son los de Susana (Otero) y Elvira (Ballvé), y los de Elvira con Nora (Tarrio Lemos, la refinada esposa de Antonio). Los hombres en cambio toman gran protagonismo al principio de la obra y son un poco dejados de lado durante su desarrollo.
Sin embargo, el elemento más original es la participación de Mamá Cora en todo el asunto. Esta vez, el personaje que inmortalizó Antonio Gasalla (acá interpretado exquisitamente por Gabriel Velazquez, quién además impuesta el mismo timbre de voz que Gasalla) no se escapó a la casa de una vecina, sino al Teatro Larreta para ver… Esperando la Carroza. De esta forma, el personaje se entera de lo que la familia piensa de ella, aunque no logra asimilarlo. Es muy rara de esta manera, la autoconciencia de obra que existe. Mamá Cora interactúa con el público, critica, opina aquello que los demás personajes no se animan a decir. Más allá de esto, también hay un interesante planteo sobre la necesidad de introducir numeros musicales a las discusiones familiares.
El grotesco llega a un punto muy alto cuando Susana y Elvira se enfrentan encima del féretro de Mamá Cora. Sin dudas, el momento más hilarante de la obra.
Un elenco armónico donde cada actor tiene la posibilidad para destacarse, una puesta en escena sencilla pero bien aprovechada, canciones y coreografías contagiosas provocan risas suficientes en la platea para olvidarse que la crítica, la cínica mirada de la realidad que tiene Langsler sigue siendo parte del pequeño universo argentino en el que vivimos.
Teatro: Teatro del Museo Larreta – Mendoza 2250
Funciones: Sábados: 21:00 Hs
Entrada: $30
