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CRÍTICAS - CINE

Fatboy Slim: En vivo desde Big Beach Bootique (Fatboy Slim: Live from the Big Beach Bootique)

(Reino Unido, 2012)

Dirección: Matt Askem. Elenco: Fatboy Slim. Producción: Celia Moore. Distribuidora: Independiente. Duración: 137 minutos.

En el año 2002, el festival electrónico llevado a cabo en las playas de Brighton de la mano de Fatboy Slim se convirtió en una de las fiestas más grandes capturadas fílmicamente. El resultado fue un DVD titulado “Big Beach Boutique II”. A 12 años de su lanzamiento, el músico inglés vuelve para presentarnos la filmación de otra de sus icónicas fiestas.

Quien no sea un avezado en el mundo de la música electrónica se estará preguntando quién es este señor cuyo verdadero nombre es Quentin Norman Cook. Se trata de un músico británico que se inicia en la industria musical en la década del ’80 como bajista de The Housemartins. Con el correr del tiempo pasa por distintas bandas y seudónimos. Finalmente, en el año 1996 adopta el nombre Fatboy Slim, da el salto a las cabinas de DJ y se convierte en uno de los grandes del género Big Beat.

Habiendo hecho las presentaciones de rigor, podemos adentrarnos en la película. Se trata de la filmación del concierto, con visuales desde distintos puntos del estadio que nos dan la sensación de estar inmersos en el festejo. La parte estética es impactante, tanto por el arte de video que se muestra en las 3 gigantescas pantallas LED situadas a espaldas del DJ, como también en lo referente a la puesta en escena (luces, lásers, columnas de fuego, etc). La sumatoria de estos efectos y la presencia de este verdadero showman hacen que no podamos apartar la vista de la pantalla durante los 99 minutos que dura la función.

En cuanto a lo musical, los temas son remixes de sus canciones más conocidas, así como también de canciones de terceros. Este trabajo se acerca mucho a un techno más hardcore, que nos hace  acordar bastante a los Chemical Brothers o a Daft Punk, sin dejar de lado la impronta ecléctica a la que nos tiene acostumbrados Fatboy Slim. A los fanáticos de este género les recomiendo sacar sus tickets, hundirse en sus butacas y sumergirse en la fiesta. Enjoy!

calificacion_4

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