Flores arrancadas a la niebla
Dirección y puesta en escena: Ana Woolf. Dramaturgia: Arístides Vargas. Música original: Claudio Peña. Dirección de arte: Sandra Iurcovich. Diseño de luces: Sandra Iurcovich- Ana Woolf. Elenco: Natalia Marcel y Cecilia Ruiz. Prensa: Te hago la prensa.
Dos mujeres se encuentran mientras esperan un tren en el andén solitario de una estación y
comienzan a intercambiar algunas palabras, y ya desde el comienzo a no interpretar claramente lo que cada una desea de la otra. Se cuentan algunas confidencias, comparten un pedazo de pan y de queso, y el resto son dudas y mutua desconfianza. Dudas y desconfianza que trasladan a donde sea que ellas vayan.
Si el exilio conlleva desesperanza, ambigüedad, locura, soledad, una imposibilidad para entenderse y entender al otro, en esta obra se reflejan esos sentimientos, esos estados del alma y sobre todo del cuerpo.
Aída y Raquel, los dos personajes, son mujeres que parecen pertenecer a mundos diferentes y cuesta entender cuál es el vínculo que puede unirlas. Una de ellas es una científica y la otra es una artista. Ambas arrastran sus recuerdos- que a veces logran compartir-, sus valijas, sus cuerpos. Pelean mucho, discuten mucho y pocas veces ríen. Por momentos se hace difícil comprender lo que sucede en escena, ya que la persecución, el desarraigo, el deambular por un mundo que ha dejado de ser un lugar conocido y seguro son, sin duda, experiencias tan dolorosas y tan difíciles de transitar como lo que nos muestran las actrices.
El autor, Arístides Vargas, sufrió el exilio pues debió abandonar el país durante la dictadura. La directora, Ana Woolf, según ella misma relata, no sufrió el exilio pero al haber elegido vivir en otro país sufrió muchas de las consecuencias de habitar un suelo que no es el propio.
Es esta una obra con una metáfora demasiado oscura, demasiado intangible. Como son oscuras e intangibles las vidas de estas flores arrancadas de su lugar de origen. Se verá si es posible que puedan volver a echar raíces y continuar su ciclo o si serán convertidas en meros objetos de estudio o de cruel mutilación. El exilio las ha condenado a este eterno deambular, a esa continua búsqueda del paraíso perdido.
Teatro: Andamio 90- Paraná 662
Funciones: sábados 20 horas
Entradas: $ 50 y $ 30