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CRÍTICAS - CINE

Foo Fighters: Back and Forth


Foo Fighters: Back and Forth
(Foo Fighters: Back and Forth, USA, 2011)

Dirección: James Moll Producción: James Moll, Nigel Sinclair. Elenco: Dave Grohl, Pat Smear, Nate Mendel, Taylor Hawkins, Chris Shiflett, Butch Vig Franz Stahl, William Goldsmith. Distribuidora: Moviemobz

I’ve waited here for you, everlong

Tal vez, una crítica así la tendría que escribir un fanático de la banda. Creo que en cierto modos solo ellos saben lo que es la espera de que los Foo Fighters pisen suelo argentino (y sigue sin darse), ellos son los que hicieron fila en un frío gélido en el centro, los que agotaron las entradas sin venta telefónica horas antes del estreno, los que llegaron la sala y festejaron y aplaudieron cada tema. No me gusta regalar halagos, pero si durante un rockumental se vive el clima de recital, no es gracias a la película, es la gente la que lo pone a uno en esa situación y mentiría si no digo que ese es uno de los motivos por los cuales la pasa bien en estos eventos.

Back and Forth consta de dos partes, primero un documental a cargo de James Moll sobre la historia de la banda, y luego de que esa proyección termina, empieza otra, un recital en 3D de la banda haciendo en vivo su último disco “Wasting Light”. Solo el segundo es en 3D.

James Moll, conocido por haber hecho Los últimos días un documental sobre sobrevivientes del holocausto que ganó un Oscar, y por haber trabajo con Spielberg en dos cortos documentales, cambia un poco de estilo y deja los temas serios para acercarse al rock. Porque de eso se trata el documental, el rock. Tal vez no Rock en el sentido más amplio de la palabra, pero sino más bien de crecer en el y con el rock. Como bien dice Grohl, Foo Fighters tiene la particularidad de ser una banda que se formó y evolucionó en el ojo público, dos Ex Nirvana, y dos ex Sunny Day Real Estate juntándose para tocar atraen algo de atención. Los cambios de formación, las expectativas de la gente, la prensa, las drogas, todo mientras ellos tratan de encontrar una identidad como una banda y como músicos. De eso se trata, tanto el documental, como el rock general, de decir quien es uno, y que es lo que piensa, independientemente de lo demás.

Documentales de Rock o Rockumentales hay muchos y muy variados, desde el apócrifo “Esto es Spinal Tap”, a las 4 horas de rock de Tom Petty que hizo Peter Bogdanovich, pasando por Woodstock, Gimme Shelter, los de Scorsese (imperdibles). El rock y el cine encontraron la forma de llevarse bien. Que diferencia este documental de todos esos. La banda, lisa y llanamente. La personalidad de cada uno de los integrantes se imprime en la pantalla, y no quedan duda de eso. Cada uno le aporta lo suyo, su personalidad, su estilo de tocar, su forma de hablar. Si bien se nota el toque de Moll, la narración de cada uno de los integrantes hace que el relato colectivo tenga otro gusto, y uno lo siente. El carisma de los músicos, sus vivencias, sus inquietudes, es universal pero a la vez increíblemente personal. No importa cuántos hayas visto, esto es diferente. No es que nunca se haya mostrado una banda en un estudio de grabación, sino porque acá ves como construyen el estudio de grabación en el garaje, vez como lo hacen bien “casero”, vez como tocan con la familia en la casa, porque eso es lo que define a Grohl, porque uno termina entendiendo la evolución de Hawkins cuando dice “no soy una estrella de rock, soy un músico”. Insisto, es la identidad de la banda, la identidad y personalidad de su música.

Tema aparte, el recital en 3D. Algunos ya han visto material de ese recital, musicalmente similar a lo que hicieron en Live on Letterman, pero totalmente diferente desde un punto de vista estético. Grabado con 5 cámaras en simultáneo, en lo que parece ser una única toma. El recital funciona como complemento del documental, porque puedo asegurar que cuando termina el documental uno quiere y necesita un recital de la banda, y por eso está. El 3D es más anecdótico que cualquier otra cosa, después del primer track, es un adorno, el protagonista es la música.

Ambas partes funcionan bien juntas, aunque lo realmente interesante es el documental. Es una experiencia que vale la pena. La única verdadera lástima es que la proyección del viernes haya sido tan vergonzosa. El documental se vio en Cyan y Magenta, faltaba el amarillo, por lo que no se podía apreciar como corresponde. Ahora bien, el audio estaba muy bien. Lamentablemente durante el recital se dio la inversa, la imagen impecable (o casi, no se aprovechaba toda la extensión de la pantalla) pero el audio tenía un volumen muy bajo, y no sonaba muy bien, le faltaba bajos y agudos. Por suerte gran parte de esos problemas se solucionaron para los últimos temas del recital. Aun así, no deja de ser indignante que la proyección haya tenido estos inconvenientes, los espectadores se merecían ver la obra como corresponde y la obra merecía ser mostrada como James Moll la pensó, la música debía ser escuchada como Grohl, Mendel, Hawkins, Shiflett y Smear la tocaban.

Foo Fighters: Back and Forth es más que una obra para los fanáticos, es más gran documental sobre rock y una de las últimas grandes bandas que hay. No solo se sostiene con una gran narración sino que musicalmente es muy disfrutable, a tal punto, que después de verlo no queda otra alternativa que poner algún disco de la banda. No serán lo mismo que ver la banda en vivo en un estadio gigante como Wembley, pero la espera valió la pena.

Hoy sábado 25/06/2011 a las 23:20 en el Monumental Lavalle se proyecta la última función. Existe la posibilidad de que se agreguen nuevas salas la próxima semana, en Capital y GBA.

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