Globo Flotando contra el Techo de un Shopping
Dirección: Román Podolsky. Dramaturgia: Alberto Rojas Apel. Diseño de Luces: Elí Sirlin. Música: Federico Marrale. Escenografía: Mariana Tirantte. Vestuario: Luciana Gutman. Intérpretes: Irene Almus, Horacio Roca, Victor Hugo Vieyra. Prensa: T.N.C.
Acerca de la Pérdida
Perder. Elías perdió un globo en un Shopping cuando lo estaba recorriendo de la mano de su padre. Pancho, el guardia, fue testigo de todo la escena. Este pequeño acontecimiento es el que da pie a la nueva obra escrita por Alberto Rojas Apel y dirigida por Román Podolsky.
Una puesta sencilla, la decoración que podría pertenecer a un Shopping, o quizás una sala de espera es lo único que rodea a estos tres intérpretes que dan su versión de las consecuencias de un acto infantil.
Narrada con sutileza, los tres testimonios dialogan intercaladamente, pero los personajes viven en su propio tiempo, recreando el recuerdo de un día fatídico con un discurso simple y directo, inocente, que esconde el dolor para atenerse puntualmente a describir en forma evocativa, un acto tan banal como el de un globo que se escapa accidentalmente de la mano de un niño y queda flotando contra el techo de un Shopping.
Se trata de una obra que emociona justamente por la elección de circundar un momento doloroso, de evitar caer en el sentimentalismo o el golpe bajo. Como si fuera un policial inocente, el relato se pone trágico, pero tiene cierta ingenuidad como si fuera orientada a una audiencia infantil.
Sin embargo, no podría estar más lejos de eso. Evitando caer en la linealidad o la construcción de un línea temporal concreta, Rojas Apel habla acerca de la pérdida y el duelo. La necesidad de superar las culpas, de dejar ir los recuerdos, los sentimientos, y volver al presente. Es brillante la manera en que palabras tan fuertes como “muerte” son expresadas con tal lirismo y sutileza que no impactan, sino que forman parte de la “liviandad” de la obra, de la sensación de que la muerte es parte de la vida y que no adquiere mayor significado que otras palabras.
No es una obra fantasiosa, sino completamente metafórica, sin que exista la pretensión de ser existencialista. La gracia, el entusiasmo infantil y el hecho de que el trío de intérpretes (Roca, Almus y Vieyra) manejen un lenguaje coloquial, sean honestos, aún escondiendo el dolor interno, y a la vez generen imágenes introspectivas con pequeños gestos, demuestran un gran labor de la dirección para contener los sentimientos, exhibirlos, pero sin desviarse de la crónica.
La música y la iluminación aportan a generar un clima armonioso. El espectador reconstruye todas las acciones en su imaginación gracias al poder de la mirada de los protagonistas que dirigen la visión hacia un lugar más allá del techo, evocando el infinito, la eternidad y la soledad.
Teatro: Nacional Cervantes – Libertad 815
Funciones: Viernes y Sábados 19 Hs – Domingos 18:30 Hs.
Entrada: $50
