Just Love
Dirección, Dramaturgia, Diseño de Vestuario, Escenografía y Canciones: Rod Shake. Diseño de Luces: Emiliano Lopez. Diseño de Sonido: Rodrigo Lavecchia. Producción General: World Event. Elenco: Germán Barceló, Carolina Pampillo, Ceci Alcalde, Sol Bordigoni, Pablo Lavia, René Almada, Martín Andrada, Leandro Heredia, Marina Quesada, Andrea Sosa, Diego Rodríguez, Marisa Vernik. Prensa: Ayni Comunicación.
Furor Noventoso
Just Love es uno de esos espectáculos en los que uno no tiene que ponerse exigente y disfrutar sin pretenciones ni prejuicios. Comedia musical de enredos amorosos que bien podría haber formado parte de una tira televisiva de principios de los 90s.
La historia es bastante simple: Walter se está por casar con Tere, una chica bastante cheta que lo tiene dominado. No está convencido de la decisión pero tampoco quiere ponerse en contra de su novia. El mismo día, su mejor amigo, el insoportable Bebo, le lleva a su casa a Sofía, una aspirante a artista plástica del interior del país que supuestamente se quedaría por un tiempo a vivir en la casa de Walter. A medida que van llegando los amigos y familiares de ambos novios, se complica para Walter, explicar quien es Sofía, al tiempo que se va enamorando de ella.
Repleta de clisés y lugares comunes del género, la obra divierte gracias a la cursilería y a los atractivos números musicales, algunos oníricos inclusive.
La propuesta va tornándose bizarra a medida que van agregándose argumentos secundarios que poco aportan a la trama central (como el romance entre un amigo y la hermana de Walter) y no terminan por estar demasiado profundizados. Solamente aportan a enfatizar la moraleja de la historia: nadie puede parar a un soñador.
La gracia de Barceló y la sofisticación artística de Carolina Pampillo es sin duda lo mejorcito del elenco. El resto se esmera por divertir con personajes que se tornan fastidiosos e insoportables dado su nivel de estupidez y patetismo. Entre lo más interesante, está el pequeño, sutil pero divertido retrato del padre metalero de Walter, a cargo de René Almada, quien con pocos gestos y prácticamente sin quitarse los anteojos negros compone uno de los personajes más agradables de este gran circo que rodea a los protagonistas.
Las canciones provocaron que remorara un poco mi infancia, pero no por eso dejan de ser atractivas.
Aunque el conflicto dramático es sólido, el resto de las historias merecían acaso un poco más dedicación.
Aún así, se trata de un producto atractivo que un público más adolescente seguramente va a disfrutar un poco más, especialmente aquellos que no vivieron la etapa de Pizza y Champagne en la Argentina. Como dijo un amigo hace poco:
“Si tenías 20 años en los ’90 y te acordás de algo es que no viviste los ‘90”.
Bueno, muchachos, acá tienen otra oportunidad. Y sino, recuerden lo que necesitaban los Beatles para vivir.
Teatro: La Comedia – Rodriguez Peña 1062
Funciones: Miércoles a Viernes 21 hs, Sábados 20 y 22:30 hs, Domingos 20 hs
Entrada: $120 y $100