Dirección: Amalia Tercelán. Actuación en video: Víctor Anakarato. Texto: Amalia Tercelán. Escenografía: Noelia González Svoboda. Iluminación:Agnese Lozupone. Vestuario: Belén Parra, Diseño Sonoro: Lucho Lucchesi. Música original: Fernanda Zappulla. Elenco: Mariano Echeconea, Martín Gross, Antonella Grosso, Vivian Luz, Franco Planel, Fernanda Zappulla. Prensa: Carolina Alfonso.
La fiesta del Clonazepan. Cobertura del V Festival Shakespeare Buenos Aires
Cada vez que como espectadores nos enfrentamos a un llamado “clásico” nos invaden las mismas preguntas: ¿Cómo se representa un clásico? ¿Cómo será esta nueva concretización del mismo? ¿Seguirá teniendo vigencia o es posible hacerlo hablar de nuestros días?
A veces esperamos escuchar el mismo texto dramático con la solemnidad de una tragedia grotesca, pero otras veces nos sorprendemos con verdaderos trabajos de reapropiación de los textos y una mirada nueva, fresca y provocadora que nos invita a ampliar nuestro horizonte de expectativas. Niño en estado adulto, nieve que arde o lo que quedó de Hamlet es la tercera aproximación de Amalia Tercelán a un texto clásico habiendo dirigido anteriormente Othelo, o la metáfora del cerdo (2012) y Medea de la herida a la cicatriz (2013).
La puesta oscila entre la comicidad y lo siniestro enmarcando la acción en un espacio dividido en varios planos que sugiere un balcón-terraza, lugar lúdico, con colores alegres, pero al mismo tiempo claustrofóbico. Un espacio del que nadie puede salir y en el que la fiesta parece interminable, con un guiño a El ángel exterminador de Luis Buñuel , que termina llevando a los personajes a sacar lo peor de sí, vomitando todo lo que tenían acumulado. Dos persianas americanas dan una idea de ventanal que vendrían a dividir el afuera del adentro y, al mismo tiempo, al cerrarse sirven de pantalla para la proyección de los videos que se insertan en algunos momentos. Es mediante los videos que se ve a Hamlet padre y hasta se representa su muerte en una visión muy personal que incluye una fiesta de disfraces con la Pantera Rosa, Goku y Buzz Lightyear y que funciona como una clausura que termina de dar sentido y unir los discursos desencajados que salen de los personajes como aparente verborragia: “Nuestra propia ratonera”, en palabras de la directora.
Pequeños guiños al contexto social actual acompañan los textos de los personajes como en el poema que Hamlet dedica a su tío, en el que atribuye a Gertrudis el adjetivo de “viuda poderosa, con cuentas bancarias y propiedades en El calafate”. Lo que permite la relación entre el mundo posible y el mundo real son los referentes que brinda el primero que era según la intención de la directora “al margen de la ideología política de cada uno, llamar la atención sobre eso.” Pero siempre se preocupa porque la ideologización del texto no sea sólo un trabajo del director, los actores y los demás productores de signos, sino también del espectador, al dejar lugares de indeterminación mediante pequeñas secuencias, textos, movimientos, sonidos que lo descolocan, lo toman por sorpresa y lo obligan a preguntarse: ¿Qué tiene que ver esto? Al mismo tiempo se propone “no ser didáctica”, en sus propias palabras, y “pensar el texto dramático como una hipótesis” que solo se corrobora o refuta una vez concretizada en la puesta en escena y en la experiencia de los espectadores.
Teatro: Beckett Teatro (Guardia Vieja 3556, CABA)
Funciones: Viernes 20 a las 21hs y Sábado 21 de febrero a las 23hs. (Festival Shakespeare Buenos Aires) Reestreno en el mismo teatro con fecha a confirmar.
Entrada: Gratuita.
