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CRÍTICAS - CINE

Ocio

Ocio (Argentina,2010)

Dirección: Alejandro Lingenti y Juan Villegas

Críticas previamente publicada con motivo de integrar la sección de Competencia Argentina en el 12ºBAFICI.

Basada en una novela de Fabián Casas, otra película presentada en co producción por dos reconocidos críticos de El Amante (y tercer largo de Villegas además).

Es la historia de una familia que debe superar la muerte de su madre. Tres hombres, un padre y dos hermanos. Andrés, el menor, no tiene trabajo, no tiene novia, no tiene motivación para vivir. Su vida es el ocio. O la búsqueda de un destino. Deambulará por el barrio, tratará de conseguir un departamento, un trabajo y le comprará una moto a unos choppers, junto a unos amigos, lo cuál le traerá más de un inconveniente.

Oscura y deprimente, la película es la contemplación de la desazón en un periodo de transición de la vida del protagonista, que vive entre dos barrios de hinchadas de fútbol rivales (Boedo y Parque Patricios) en una época inestable (entre los ´80s y 90´s). Los directores no dan ninguna información. Dejan que todo se sobreentienda, lo cual sirve para escapar de los discursos, y los diálogos redundantes. El ambiente costumbrista no es un simple capricho. Los detalles de los decorados se relacionan con la nostalgia, con un dejo de melancolía que ayuda a construir el clima del relato.

Austero, con buenas interpretaciones, se trata de otra película argentina de contemplación, con personajes tan cotidianos como estrafalarios, con un mundo que ahora resulta ajeno, pero a la vez se siente como muy familiar.

Una película que respira tristeza por cada poro, pero que a pesar de todo, resulta atractiva y nunca llega a ser un relato lacrimógeno.

Cada espectador la sentirá de forma diferente, se familiarizará más o menos con el barrio. Porque de eso se trata, de un homenaje a los viejos barrios, a las viejas costumbres sin llegar al absurdo o el patetismo. Tiene solvencia narrativa, no es pretenciosa.

El final es un poco abrupto, aunque necesario porque la narración en la última media hora empieza a decaer un poco y tornarse algo repetitivo. Pero, a pesar de eso, es una película que da pie a la reflexión y deja calando algo más, que una simple moralina sobre el aburrimiento y la depresión.

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Como otras producciones de El Pampero Cine, Ocio tambien transcurre en el barrio de Parque Patricios, esas calles de adoquines grises, tristes. Basada en la obra homónima de Fabián Casas, Andres es un adolescente que ha perdido a su madre, vive con su padre, un payaso que trabaja realizando shows.

Resalta el ambiente rockero donde Andrés es una gema màs, sus juntadas con amigos a pasear por la ciudad, tomar unas cervezas o fumar en una terraza del barrio, observando a lo lejos las plateas del estadio Tomas A.Duco. Sin mucho razonamiento, los muchachos se meten en problemas fácilmente por un acto menor, la falta de pago de una moto adquirida a una pandilla de barrio. Es ahí donde éstos personajes resultan inverosímiles. La relación padre-hijo sobresale ante la angustia y acordes de bajo que fuertemente retumban, como para volver al clima aun mas hostil, la pandilla no deja pasar de largo las deudas y la violencia toma mayor parte en la vida del adolescente.

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