Pablo, de Richard Golgewicht
Pablo es un documental –colorido, festivo, vibrante, vital- sobre Pablo Ferro. ¿Quién? Como estamos en la web, hagámosla fácil: googleen los trailers de Dr. Strangelove de Kubrick, o su secuencia de títulos, o las de El Caso Thomas Crown de Jewison o Bullit. Ése es Pablo Ferro. Bueno, no: ese es el (maravilloso) trabajo de Pablo Ferro en el cine: meter gente en una película, ya sea desde un avance, la puerta del cine o cuando salen las “letritas”.
Pablo Ferro es un personaje aún más encantador y complejo, cuyas otras contribuciones artísticas (algo de cómic con un tal Stan Lee, algo de publicidad –¡que parecen de vanguardia aún hoy!-) y su complicada vida familiar nos son narradas, entre otras virtudes, por un Jeff Bridges en off , una bella animación que recuerda a Persépolis y un latin jazz que hace mover la patita. O sea, con buen gusto, simpatía, desparpajo y fuera de toda norma, como le gusta trabajar –y vivir- a un hombre que lo único que quiere es un sauna con un televisor adentro.