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CRÍTICAS

Square Grouper

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Square Grouper (Estados Unidos, 2011, 100´) de Billy Corben

“Están hablando del fasso”, diría Capussotto, pero el que espere encontrar en esta película un documental “re fumón” y bizarro, militante de los atributos y propiedades del THC o plagado de pintorescos personajes adherentes a la cultura cannábica, se decepcionará un poco, el largometraje apunta a través de tres historias documentadas como se propagó el tráfico de marihuana por años los setenta en la Florida y las consecuencias legales que esto implicó para los contrabandistas.

Dividido en tres partes, el primero quizás sea el más “flashero” que cuenta como trascendió el consumo y tráfico “verde” desde Jamaica hasta Miami, a través de la secta  cristiana Copta Sion que planteaba el consumo de cannabis como parte de un superior estado espiritual, sus representantes son juzgados y condenados a prisión por varios años. En uno de sus argumentos referían que la marihuana al ser una planta producto de la madre tierra era un don de Dios y que las drogas son obra de los hombres. Luego tenemos la historia de los contrabandistas de atún negro, quienes recibieron penas por más de veinte años en la cárcel a través de un juicio corrupto, irregular y manipulador. Finalmente tenemos el relato del atrapante pueblo escondido de Everglades, una comunidad pesquera donde el contrabando del pez flotante (fardos de marihuana arrojados al mar) fue el negocio más prominente durante años, el resultado: el 80% de la población masculino terminó entre rejas.

Con un montaje basado en entrevistas y archivos de imágenes (predominan las fotografías y los artículos periodísticos), el documental sostiene el carácter pacifista e inofensivo de todos estos comerciantes ilegales, quienes fueron juzgados con penas muy severas similares a las de aquellos delincuentes más peligrosos para la sociedad. Ideal para ver en épocas como esta, donde se está intentando debatir una ley que despenalice a los consumidores y el cultivo para uso personal.

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