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CRÍTICAS

Parque Lezama

Parque Lezama

Dirección y adaptación: Juan José Campanella. Diseño de Luces: Félix Monti. Diseño de escenografía y vestuario: Cecilia Monti. Música: Emilio Kauderer. Producción general: Muriel Cabeza. Elenco: Luis Brandoni, Eduardo Blanco, Marcela Guerty, Iván Espeche, Gabriel Gallicchio, Carla Quevedo, Federico Llambi. Prensa: Raquel Flotta.

 Antes de mudarse a los Estados Unidos, estudiar cine en Nueva York y comenzar una impresionante carrera en el séptimo arte, Juan José Campanella incursionó en el teatro: co-escribió y co-produjo Off Corrientes, la historia de un grupo de jóvenes que quieren triunfar en el mundo del espectáculo. Después de esa experiencia, no volvió a las tablas hasta este año, y ahora en calidad de director.

Basada en la obra norteamericana Yo no soy Rapapport, de Herb Gardner, Parque Lezama nos presenta a dos ancianos en el parque del título. Por un lado, Antonio Cardozo (Eduardo Blanco), un conserje al que están por despedir de su trabajo debido a la edad y problemas de salud. Por otro lado, León (Luis Brandoni), un supuesto miembro del Partido Comunista, capaz de engañar a su propia familia, pero siempre con buenas intenciones. Antonio es tranquilo; prefiere no meterse en problemas y aceptar la que se viene. León siempre está dispuesto a dar batalla, verbal y hasta físicamente. Entre ambos se generará un choque de culturas en conversaciones a veces desopilantes, a veces lacrimógenas.

Fiel a sí mismo, Campanella nos cuenta otra historia sobre personajes que deben enfrentarse a cambios dramáticos a su alrededor; lo viejo va dejando paso a lo nuevo, pero lo nuevo no siempre es mejor. Una vez más, el tono es un perfecto equilibrio entre la comedia y la emoción. Si bien la obra de Gardner (llevada al cine en 1996, con Walter Matthau y Ossie Davis) está ambientada en el Central Park, conserva la esencia  universal del relato.

El único decorado consta de un sector del parque, y gracias al trabajo de luces del veterano director de fotografía Félix Monti, se consigue el efecto de que las charlas y situaciones transcurren a lo largo de varias horas de algunos días.

El peso actoral es determinante. Luis Brandoni vuelve a dar cátedra en un rol pícaro, valeroso y contestatario, dispuesto a usar la fuerza (mejor dicho, el bastón) si es preciso. Eduardo Blanco tiene un doble desafío: compone a un personaje de más edad y lo hace de manera naturalista, sin caer en estereotipos de caracterizaciones de viejos. Un trabajo notable, y el contrapunto con Brandoni resulta una delicia.

Ambos están secundados por un estupendo elenco entre los que se destacan Marcela Guerty (quien venía de trabajar con Campanella como guionista del programa de televisión El Hombre de tu Vida) haciendo de la hija de León; Iván Espeche, en el papel del administrador del edificio en el que trabaja Antonio; y Carla Quevedo, quien encarna a una joven dibujante con un oscuro secreto. Esta joven actriz fue Liliana Coloto en la oscarizada El Secreto de sus Ojos, del mismo director, y pronto la veremos como protagonista en 20.000 Besos, de Sebastián De Caro, y en Abril en Nueva York, ópera prima de Martín Piroyansky.

En Parque Lezama, Campanella demuestra que el escenario le sienta tan bien como los sets de filmación (y la animación, en el caso de Metegol), y continúa engrosando una trayectoria que lo convierte en uno de los artistas más importantes del país.


Teatro: Liceo – Rivadavia 1495

Funciones: Miércoles, jueves y viernes, 20.30 hs. Sábados, 19.30 y 22.15hs. Domingos, 19.30 hs.

Entrada: $220 / $200 / $180

 

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