Plaga Zombie: Zona Mutante: Revolución Tóxica (Argentina, 2012)
Dirección: Pablo Parés, Hernán Sáez. Guión: Pablo Parés, Hernán Sáez, Paulo Soria. Producción: Matías Nutkiewicz, Paulo Soria. Elenco: Pablo Parés, Sebastián “Berta” Muñiz, Hernán Sáez, Walter Cornás, Paulo Soria, Diego Parés, Esteban Podetti, Pablo Fayó. Distribuidora: VideoFlims. Duración: 90 minutos.
En 1990, un grupo de chicos, fanáticos del cine y las historietas, fundaron Farsa Producciones. A lo largo de cien cortos, demostraron su talento para crear historias filmadas con escasos recursos pero muy divertidas y repletas de ideas geniales. Pero el resto del planeta no reparó en ellos hasta 1997, con la aparición de Plaga Zombie, su primer largo. La premisa era muy sencilla: para invadir nuestro planeta, los aliens convierten a las personas en zombies hambrientos. Sólo podrán hacerles frente el ex estudiante de Medicina Bill Johnson (Pablo Paréz), el luchador venido a menos John West (Sebastián “Berta” Muñiz) y el nerd Max Giggs (Hernán Sáez). Gracias a una difusión boca a boca, esta comedia de horror —en la mejor tradición de los primeros Sam Raimi y Peter Jackson—, rodada con una cámara de video durante los fines de semana y usando efectos especiales caseros, entró en la categoría de culto e inspiró a una generación de cineastas argentinos decididos a apostar por el género fantástico. En 2001 se estrenó la continuación, Plaga Zombie: Zona Mutante, que sigue el enfrentamiento de los tres antihéroes contra los bichos que se les cruzan. Al mismo tiempo, y siempre dentro de la lógica del concepto, indaga más en la psicología de los personajes, especialmente la de Max.
Farsa también realizó otras películas, no menos entretenidas: Nunca Asistas a Este Tipo de Fiestas, Filmatrón (uno de los mejores films nacionales de las últimas décadas), Kapanga Todoterreno, 100% Lucha 2: El Amo de los Clones y Nunca Más Asistas a Este Tipo de Fiestas.
Pero el público esperaba ansioso la secuela que completa la primera trilogía zombie hecha en hablahispana: Plaga Zombie: Zona Mutante: Revolución Tóxica.
En esta oportunidad, el contexto es aún más apocalíptico. Los monstruos andan por todos lados. Bill, John y Max están decididos a frenar la epidemia. Y saben cómo hacerlo: se proponen llenar de pólvora a un zombie, para que explote dentro de la nave intergaláctica. Pero Max se encariña con Junior (Paulo Soria), “el zombie de Troya”, al que cuida como a un hijo. En tanto, también deberán lidiar con un incansable agente del FBI (Walter Cornás) y, en el caso de John, con fantasmas del pasado. Ojo, tampoco faltan los combates repletos de tripas y sangre a rolete.
Si bien Zona Mutante ya había dado muestras de la madurez de los Farsa, Revolución Tóxica deja en claro que estos cineastas no tienen techo. Se nota más experiencia en los aspectos técnicos y narrativos, pero conserva el amor, la frescura, la pasión y la imaginación del principio, logrando un resultado irresistible, inigualable, inolvidable. Había que tirar toda la carne al asador, y la tiraron con placer.
A diferencia de las dos partes anteriores, aquí los protagonistas andan más tiempo por separado y protagonizan diferentes subtramas. Las tiernas escenas de Max y Junior son una verdadera clase de comedia negra. Walter Cornás (quien supo interpretar a Mike, uno de los primeros infectados de PZ) se pasa como el agente con un terrible secreto, y Diego Parés retorna como Willie, representante y amigo de John. ¿La cereza del postre? Un número musical que deberán ver para creer… y gozar y cantar.
Plaga Zombie: Zona Mutante: Revolución Tóxica supera las expectativas generadas durante años; le da un cierre a una piedra fundamental del cine fantástico argentino, que no para de crecer; y además, demuestra que con poco presupuesto pero muchas pelotas se puede hacer un producto entretenido, de calidad y, como si fuera poco, pionero.
No dejen de leer la crónica del pre-estreno en el BARS de 2011 (cliqueando aquí) ni la entrevista a Paulo Soria (aquí).
