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CRÍTICAS - STREAMING

Ripley

Patricia Highsmith, cuyo nombre verdadero era Mary Patricia Plangman, fue una autora de relatos cortos y ensayos, fundamentalmente conocida por sus novelas de suspense psicológico y policíaco.

Varias de sus novelas fueron llevadas al cine, destacándose Pacto siniestro (Strangers on a Train) en tres ocasiones, una de ellas con gran éxito gracias a Alfred Hitchcock. Sin embargo, el personaje de Tom Ripley fue sin dudas el más conocido de su autoría. Con este antihéroe, errático, amargado, psicópata y amante de la buena vida, logró el éxito con el que sueña todo escritor. 

Highsmith lanza a Ripley en 1955 en una serie de novelas: El talentoso de Mr. Ripley, El amigo americano, Ripley bajo tierra, Ripley en peligro y La máscara de Ripley, que han logrado llegar al cine a través de interpretaciones como la de Alain Delon en A pleno sol, dirigida por René Clément; el astro estuvo acompañado por Maurice Ronet y Marie Laforêt. En otros film se han lucido Matt Damon, Jude Law y Gwyneth Paltrow, dirigidos por Anthony Minghella; Dennis Hopper y Bruno Ganz, de la mano de Wim Wenders, y John Malkovich, a las órdenes de Liliana Cavani.

Esta nueva versión, producida por Netflix, adapta El talentoso señor Ripley para transformar una película que podría haber durado alrededor de cuatro horas en una miniserie de 8 capítulos. Una propuesta escrita y dirigida por Steven Zaillian, guionista de La lista Schindler y Moneyball, y realizador de interesantes películas como Searching for Bobby Fischer y la miniserie The Night Of

Zaillian creó una visión que oscila entre el thriller psicológico y el cine negro, una mezcla más que eficaz, ya sus raíces provienen del expresionismo alemán y de pintores como el Greco y Rembrandt. Y sobre todo, pesa la obra de Caravaggio, conocido por la utilización de la luz y la sombra en sus pinturas, donde el equilibrio estaba en el alto contraste de zonas profundamente iluminadas en las figuras principales, a otras en sombras que van difuminándose hacia la oscuridad. A su estilo de pintura se le llamó tenebrismo y fue el que dio origen al Barroco. Caravaggio es un personaje oculto, que ronda la miniserie como una sombra siniestra: además de haber sido un gran pintor, fue también un asesino que debió escapar de Roma y luego de la isla de Malta por sus crímenes, voluntarios o no.

La metáfora de los contrastes de luz y sombra que ofrece la obra de Caravaggio se entrelazan como una interrelación visual en la serie, que devela la lúgubre conexión de violencia y muerte entre Ripley y el artista.

Ripley está plagada de simbolismos. Entre ellos, el de los relojes que determinan el tiempo, que es circular y establece un antes y después de las acciones. La serie comienza con plano detalle de relojes de distintas épocas que suenan con disímiles sonidos, hasta finalizar la secuencia con excelentes cortes y ensambles en el Castillo de Sant´Angelo (unido al Vaticano por un puente), construido en la primera Edad Media como Mausoleo de Adriano y luego devenido por la inquisición en cárcel para supuestos herejes. No es casual la elección de este castillo, debido a que fue un espacio donde se albergó la muerte.

Luego continúa con otro plano detalle de la escaleras, en un fuerte blanco y negro, que se entrecruzan como un laberinto en el que se encuentra Ripley entre su ascenso y descenso hacia la oscuridad que lo llevan sus crímenes.

Seguidamente aparece la imagen de un gato sentado en un sillón, mirando cada paso que da Ripley. El gato representa luz y oscuridad. Simboliza fuertemente la conexión entre aquello que normalmente se esconde en las tinieblas o lo desconocido. Por eso está allí sentado, estático, mirando fijamente al protagonista cuando arrastra un cadáver por la escalera.

Otra característica de lo simbólico en el film son los silencios prolongados, que siempre anticipan una desgracia.

La trama sigue a Tom Ripley (Andrew Scott), desde sus comienzos en Nueva York como timador de poca monta. Apenas le alcanza el dinero para vivir en un departamento de mala muerte, con un baño compartido en el que debe sufrir permanentes cortes de agua y el desborde de la cloaca que enlodan sus pies. Su suerte cambia cuando un millonario, dueño de un astillero, lo contrata para que lo ayude a repatriar a su hijo Dickie (Johnny Flynn) que vive en Italia, entre Roma y Nápoles. Había ido intentando escribir novelas pero ahora quiere ser pintor, mientras pasea con Marge (Dakota Fanning) por la costa Amalfitana. El millonario piensa que Ripley y Dickie eran amigos, y el estafador acepta el ofrecimiento. 

Ripley llega a un lugar que le es totalmente desconocido. Debe enfrentarse a un idioma que desconoce, así que las señas son su principal modo de comunicación. Esto le permite también ser otro, en otro universo de personajes entre hostiles y afectuosos, y descubrir un paisaje maravilloso, pintoresco y atrapante, que nada tiene que ver con las miserables calles neoyorquinas.

Ripley no escapa a la seducción del dinero y trata por todos los medios de acercarse a Dickie. Lo logra, y en su primera visita a la villa sus ojos recorren el espacio para descubrir un Picasso colgado despreocupadamente en la pared del salón y una lapicera (otro plano detalle), que en primera instancia se la lleva, Luego la regresa a su lugar, y cuando por fin mata a Dickie, se transforma en su amuleto de suerte.

Ripley es un hombre que sabe lo que hace. Va calculando cada uno de sus pasos. Finge emociones -a veces de manera convincente, otras no tanto-, como su conflicto para ocultar su aversión tanto hacia Marge como hacia Freddie (Eliot Paulina Summer), al que asesina cuando se siente descubierto. 

Tom Ripley es un criminal orientado a objetivos y a cómo salir impune en el proceso de asesinar. También incurre en el robo de identidad, la falsificación de cheques, las estafas de todo tipo y otras formas de fraude, mientras disfruta de una exótica vida robada a un millonario.

El éxito de Zaillian consiste en que se toma su tiempo, mostrando pequeños detalles que van dibujando la personalidad de Tom. En el primer episodio pasa mucho tiempo subiendo y bajando escaleras en Atrani, donde nada es lineal. Las escaleras como en la película El gabinete del doctor Caligari, son laberínticas. Algunas no conducen a ninguna parte, otras son oblicuas y en algunos tramos, oscuras. 

Tal vez una de las secuencias más interesantes es aquella en la que Tom debe deshacerse del cadáver de Dickie. Primero es torpe y da muchos, pero muchos pasos para realizar esa acción; algo que criminales profesionales podrían efectuar en un abrir y cerrar de ojos. La escena se vuelve terriblemente tensa, otras ingeniosa y a veces provoca risa, por su tonto accionar.

La miniserie es excelente, no sólo por la exquisita dirección de Zaillian, sino también por la estética y la perturbadora fotografía del oscarizado Robert Elswit (Petróleo sangriento, Buenas noches y buena suerte). Utiliza una paleta cromática de grises aterradores, como blancos enceguecedores y tétricos negros, creando una sensación de belleza que el color no podría capturar. Elswit no se ocupa de generar sutilezas con la cámara, que permanece quieta en varias escenas, registrando exhaustivamente la acción y los decorados.

Ripley comienza con una cantidad de paisajes brillantes, en contraste con la lobreguez que se asienta durante la segunda mitad. Existe una cierta semejanza en la construcción del film con el giallo, los thrillers italianos que se destacan por su deslumbrante estética. Pero la tensión y la narrativa de suspense recuerda a Alfred Hitchcock, especialmente en Psicosis y Vértigo

Pocas veces se ha visto en cine que un director sea fiel a la obra original del autor. En Ripley muy pocas cosas fueron cambiadas. Su estructura supera a todos los films previos. La miniserie tiene una vaga línea queer. Marge y Dickie son homofóbicos, y la sexualidad de Tom Ripley nunca se confirma, sobre todo porque el tema de la homosexualidad desde el siglo XIX y hasta finales del XX era tabú.

El papel de Ravini, el detective de la policía romana que le intriga la vida de Ripley, es interpretado por Maurizio Lombardi. Posee un estilo de interpretación y genera una imagen como escapada del cine italiano de los 60.

En síntesis, Ripley es una serie magistral, sostenida por la soberbia dirección de Steven Zaillian, un reparto excepcional y una fotografía espectacular, que vive el sentido mismo de la pasión que da lo blanco y lo negro. Estos reflejan la vida interna de los objetos, de los personajes, y el principio de que hay un alma que lucha y se instala en una encrucijada sin salida.

(Estados Unidos, 2024)

Guion y dirección: Steven Zaillian. Elenco: Andrew Scott, Dakota Fanning, Johnny Flynn, Margherita Buy, Eliot Sumner, Maurizio Lombardi, John Malkovich, Louis Hoffman. Producción: Andrew Scott, Enzo Sisti.

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