Analizar un film que se desarrolla en el marco de un género como el de cine catástrofe puede parecer, a primera vista, sencillo. Pero nada más lejos, si se tiene en cuenta que puede existir un engaño, a modo de fuego de artificio, en ese despliegue a revisar.
En la teoría, si los elementos básicos que se requieren en esta forma narrativa se cumplen, el trabajo del director chino Oxide Pang Chun en Sismo magnitud 9.5 pareciera estar hecho. Lamentablemente, si seguir al pie de la letra los elementos mínimos necesarios a la hora de construir una producción de estas características bastara, todos serían un éxito. Y acá es donde nuestro objeto de estudio tambalea más que los protagonistas en las condiciones accidentales y de contexto de la historia.
El intento de sustentar lo que se cuenta con una segunda línea argumental, a través de la instalación de una pareja romántica, no alcanza para generar empatía en el espectador. Ya se hace presente la clara falla en la construcción de personajes que resultan desabridos, pese al entusiasmo que intentan irradiar. La intención de conectarlos con la idea que los contiene, para después observarlos en la acción es, pese a los esfuerzos, vano.
Las capas de conflicto e intensidad crecen y eso tiene buen eco en las circunstancias de sensación de peligro inminente que los personajes deben enfrentar. En lo relacionado con efectos de imagen el resultado es perfecto, y creo que es el único punto en que logra sostener la completa atención de quien observa. Pero el problema también está allí, puesto que abre demasiados frentes; no es posible sostenerlos de manera creíble, para llevarlos al final y de manera ordenada, a su resolución.
No es mi pretensión pedirle a una película lo que no puede dar, según las bases a las que se aferra. Se supone que hay un contrato y sabemos lo que vamos a ver cuando entramos a la sala. Pero la exageración, hasta en el género catástrofe, puede llevar a la caída de lo que se intenta contar.
Lo que sigue es pura confusión, y se pierde el hilo ante la sucesión de impacto tras impacto. No es posible estar atento a nada, si todo es importante. Se asemeja a la construcción de contenido en las redes sociales; todo es relevante hasta que al final nada lo es, y pierde su esencia original.
La película también hace agua cuando intenta conmover porque todo se ve sobreactuado, y es entonces en que pierde toda posibilidad, si es que la paciencia llegó a ese punto. Eso ocurre un poco antes de la mitad del film, y si la intención es entretenerse, la puerta se abre para el que desee exponerse a lo que puedo definir como una apuesta que entrega poco de lo que ofrece.
La conclusión definitiva es que Sismo (…) rompe la idea esperable para una película de un género tan sencillo como inoxidable que, pese a seguir, como expresé al principio, las convenciones más básicas que se le exigen, no logra hacer pie. Definitivamente es un producto olvidable, que bien podría ser un culebrón al estilo oriental, o una parodia un poco burda sobre bomberos de un canal de YouTube.
(China, 2022)
Dirección: Oxide Chun Pang. Guion: Ran Wang, Daiyuan Yang, Hongtao Zhang. Elenco: Jiang Du, Qianyuan Wang, Liya Tong, Cecilia Han. Producción: Alvin Lam, Zhan Zhou. Duración: 114 minutos.