Lunes 31 de octubre.
¿Qué mejor manera de festejar Halloween que asistiendo al BARS? Y si entre las preferencias están los zombies, la jornada ofreció un plato más que suculento.
Attack of the Lederhosen Zombies, de Dominik Hartel (Austria, 2016 – Competencia Internacional)
Dominik Hartel tenía en claro lo que quería conseguir y supo gastar bien los casi tres millones de euros (nada mal para una película independiente) que consiguió para su comedia de zombies; se nota que además de laburo duro (el actor Laurie Calvert pasó unos cuantos meses practicando snowboard con profesionales) hay una fuerte inversión en los efectos analógicos; FX que ubican a Attack of the Lederhosen Zombies un escalón más arriba que otras comedias de este palo como, por ejemplo, Night of the Living Deb (ambas de paso por el Festival Rojo Sangre y ambas parte de la programación del último Sitges).
La historia arranca con un mini homenaje a la nieve carpenteriana de El Enigma de Otro Mundo (The Thing, 1982); en este caso, el lugar de aislamiento será una taberna para esquiadores y los monstruos serán el resultado de un producto tóxico (tan verde como la sangre de Depredador o el líquido revive muertos de Herbert West en Re-Animator) creado por el empresario del pueblo para eternizar la nieve. Con Shaun of the Dead (2004) y Braindead (1992) como norte, Hertel se despacha con una comedia que no ahorra referencias, pero que, sin embargo, nos regala decenas de muertes originales y una secuencia coreográfica digna del averno al ritmo del más famoso vals de Strauss.
Ernesto Gerez
