Vaya desafío el de una muy buena actriz y directora como Vera Fogwill (Las mantenidas sin sueños, opera prima en este aspecto): trasladar su propia obra teatral a las imágenes, convertir un lenguaje en otro, ahora cinematográfico, transformar esa caja cerrada en un espacio distinto donde la cámara adquiere protagonismo. Ya desde la primera toma, con la llegada del personaje de una actriz (Maricel Álvarez) a ese ambiente amplio pero asfixiante, para reencontrarse con su ex representante (Cecilia Roth), las cartas están echadas: un único espacio y dos criaturas de ficción serán los responsables de mantener la atención del espectador durante una hora y media.
Y, desde el primer cara a cara de los personajes la manifestación de textos, diálogos, frases, citas al cine, ajustes de cuentas, referencias personales, catarsis varias, explosiones de llantos, ironías y sarcasmos en alta sobredosis y violencia verbal, como corresponde en esta clase de propuestas, imperan en el desarrollo de la trama, asfixiándola y sometiéndola a sus intenciones originalmente teatrales ahora camufladas con denodados esfuerzos en materiales cinematográficos.
En ese sentido, Conversaciones sobre el odio exhibe sus limitaciones de puesta en escena refugiándose en los materiales de origen, ilustrando y solo eso su germen teatral, trasladando sus pretensiones a un duelo actoral y a la construcción de un espacio específico.
En este último punto traslucen los límites: la amplia morada de la representante, repleta de objetos y en un caos total, generosa en habitaciones y pasillos, ocupadas por gatos vivos o muertos, maloliente y repulsiva debido a la roña que emana, termina conformando una mera ilustración, una ambientación diseñada por la producción pero jamás convertida en una puesta en escena cinematográfica.
Y en cuanto al combate actoral entre Roth y Álvarez, ocurre algo similar. Potente y eufórica, la primera, más retraída y sumisa la segunda pero con claves internas que provocarán su confesión final a través de un monólogo (hola teatro, otra vez), las dos interpretaciones también se inclinan hacia ciertos procedimientos donde el cine como lenguaje es desplazado por una bienvenida (o no) elocuencia y retórica sustentada en las tablas.
(Argentina, España, 2022)
Dirección: Vera Fogwill, Diego Martínez. Guion: Vera Fogwill sobre su propia obra de teatro. Elenco: Cecilia Roth, Maricel Álvarez. Duración: 85 minutos.
