El Festival Nacional de Cine Leonardo Favio comenzó como algo chiquito y fue creciendo. Algo así como la fantasía de alguien de volver a tener cine en una ciudad que había permanecido durante muchos años sin cine. Porque de los pueblos y las ciudades chicas no sólo el ferrocarril desaparece borrando lazos. El cine también ha sido víctima de muchos cierres en las localidades pequeñas. Y Bolívar no fue la excepción.
Así, aquella ciudad que supo tener dos cines, que supo de películas continuadas, pochoclos y maní con chocolate fue de a poco dejando de tener esos lugares, sagrados para todos los que amamos el ritual de la función de cine.
Por eso, el germen de este Festival nació en un teatro. En el año 2012 el Teatro Coliseo Español de la ciudad de Bolívar fue el lugar de encuentro de todos los que permanecieron tantos años deseosos de volver a ver allí una pantalla gigante. Allí se realizó en aquel entonces la Muestra de Cine Leonardo Favio. Impulsada por Pablo Bucca, realizador bolivarense que hoy es director del Festival, esa semana en Bolívar fue la prueba de que la gente quería ver cine en el cine. Al año siguiente, en el mismo lugar, la Muestra de Cine tuvo carácter de Festival.
Pasó mucha agua debajo del puente y esta tercera edición del Festival es la primera que se hace finalmente en un cine. El Cine Avenida, tradicional en Bolívar desde hace muchísimos años, fue recuperado para poder brindarle a todo el público bolivarense esa posiblidad que durante tantos años les había sido negada. Así Bolívar volvió a tener cine durante todo el año. Este año ese cine, que hasta hace muy poco tiempo había permanecido cerrado, ya vio pasar cientos y cientos de espectadores no sólo de Bolívar sino de toda la zona.
Ayer, la apertura del festival se llevó a cabo con la proyección de Gatica, El Mono, una de las películas más emblemáticas de Favio, a quien el Festival homenajea con su nombre.
Se vienen días de ver mucho cine nacional, largos y cortos. Comenzó el Festival de Cine en Bolívar.
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