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[19] BAFICI | Día 7 – Críticas 2

[19] BAFICI | Día 7 – Críticas 2

Más crítica del martes 19 de abril.

 

O Espelho, de Rodrigo Lima (Brasil, 2015 – Competencia Internacional), por Martín Chiavarino

El mundo invisible

El último mediometraje de Rodrigo Lima, O Espelho, es un film bucólico, basado en el cuento del Siglo XIX del escritor brasilero, Machado de Assis, de nombre homónimo sobre la dualidad del alma y la relación entre el los misterios de la naturaleza y el espíritu inquisitivo del hombre.

Mientras un hombre recorre una propiedad al borde de un lago que surca un frondoso bosque selvático, una mujer que saca objetos perdidos en el agua, sale de la profundidad del lago como un antropomorfismo de un antiguo monstruo marino devorador de hombres o tal vez como un pájaro. El erotismo y la simbología se mezclan en esta mimesis con la filosofía y las sustancias alucinógenas para develar los misterios de la naturaleza o reforzar su carácter enigmático.

Mientras diversos acontecimientos inexplicables se suceden, la mujer adquiere un carácter cada vez más seductor y oscuro ante el confundido hombre que vaga buscando su propia imagen. La imagen de la mujer se convierte más que en un reflejo, en una experiencia sobre los profundos abismos insondables del alma humana. El reflejo de convierte así en una representación de una imagen simbólica de carácter mitológico que reconfigura el interior de los personajes como seres monstruosos.

La exquisita fotografía y las pretensiones poéticas no salvan desafortunadamente a O Espelho de caer en un diletantismo tedioso que no logra transformar el discurso poético en lenguaje cinematográfico. La poesía pierde su fuerza con la imagen y la alegoría que debería reforzar estos elementos la corroe, cayendo así en un argumento inconexo basado en un idealismo mal entendido.

calificacion_2

 

 

 

La Helada Negra, de Maximiliano Schonfeld (Argentina, 2015 – Noches Especiales), por José Luis De Lorenzo

Como en Germania, el primer film de Schonfeld, la provincia de Entre Ríos marca el hábitat rural de una sociedad alemana catalogada como “colonia”, que ha mantenido en gran parte costumbres, tradiciones y festejos oriundos de su tierra originaria. El hecho de que el director sea alemán definitivamente ayuda a que en La Helada Negra podamos descubrir los orígenes y características de los germanos.

La vida cotidiana de los personajes principales, presentada desde el naturalismo, es uno de los pilares más fuertes sobre los que se erige el film. Hablamos de una película marcada por atmósferas y momentos asfixiantes, con planos secuencia que derivan en estadios que generan incertidumbre en el espectador sobre qué puede pasar luego, creando de esta manera tensión.

Ailín Salas interpreta a Alejandra, una extraña que se aparece sorpresivamente en una granja y augura el elemento fantástico de la cura de plagas existentes en las cosechas. A medida que los vecinos van enterándose de esta cualidad de la joven, comienzan a visitar a la chica misteriosa, quien por momentos termina resolviendo los problemas relativos a la cosecha, el trabajo y eventualmente la economía de la región. La sociedad la necesita pero la critica a la vez, creando así una brecha en la personalidad desarraigada de Alejandra, un ser que deambula sin lugar fijo, sin meta, pero con un don.

La Helada Negra no expone simbologías ni explicita a gritos lo que quiere demostrar, lo que constituye un punto muy a su favor: de a poco permite que el espectador sea quien descubra o interprete qué es lo que acontece acorde a su propia mirada. Según Schonfeld, en la trama está muy presente la lucha entre lo pagano y lo religioso, algo que se siente en toda la duración de este extraordinario film de atmósferas.

calificacion_4

 

Larga Noche de Francisco Sanctis, de Francisco Márquez y Andrea Testa (Argentina, 2016 – Competencia Internacional), por Tomás Maito

El miedo como exponente narrativo

A lo largo de las últimas décadas, el cine argentino ha expuesto distintos tópicos y relatos de la última Dictadura Militar, la cuestión es que rara vez se han evitado los clichés y lugares comunes de una temática más que complicada pero a su vez necesaria. En esta oportunidad, con La Larga Noche de Francisco Sanctis, Francisco Márquez y Andrea Testa construyen, a través de una libre interpretación de la novela de Humberto Costantini un film impecable y de las más lúcidas producciones argentinas de los últimos años.

La película, que narra el trayecto de Francisco Sanctis (enorme trabajo de Diego Velázquez), que siendo un padre de familia un tanto desinteresado de los turbios temas de aquella actualidad, se anima a escaparle a ese entorno cuando una vieja conocida le dice que ciertas personas corren riesgo y que él podría salvarlos al avisarles a tiempo de la situación.

Lo interesante de todo esto es cómo se construye cinematográficamente este proceso. El film, a pesar de tener una ideología bastante clara, no le escapa a la trama principal con elementos subrayados para remarcar su denuncia política, sino que reconstruye los hechos y la época en sí a través de las posibilidades que le da el cine, y sobre todo -a partir de esto- expone el miedo y la tensión de esos años a través del sonido, los silencios, el frenético montaje o la brillante reconstrucción geográfica de los días de la Dictadura Militar. Realmente se siente la época mediante la pantalla, con una Buenos Aires fría, callada y desierta entre calles oscuras. La película se narra a partir del miedo y de cómo éste se genera a través del cine para crear una sensación angustiante de esa realidad.

La Larga Noche de Francisco Sanctis es una obra distinta, de esas que no dan respiro, de secuencias climáticas que adentran al espectador en la trama de una manera asfixiante entre una lucidez visual y planos largos y pausados pocas veces vistos en las películas de la temática en cuestión. El film no representa las típicas imágenes de los hechos que ya todos conocemos en relación a esa época histórica, sino que a través de los gestos de su protagonista y los distintos recursos cinematográficos genera una narración impecable con climas símiles de terror psicológico exponiendo tanto la valentía del personaje como a su vez el temor que se vivían en aquellos años.

calificacion_5

 

 

 

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