(Argentina / Estados Unidos, 2016)
Guión y dirección: Nicolás Casavecchia. Elenco: Sam Huntington, Rafael Spregelburd, Andrea Carballo, Sofía Brihet. Producción: Andrew Geller, Serge Patzak, Sam Penfield, Arvind Palep, Sam Huntington. Duración: 105 minutos.
Finding Sofía es una coproducción argentina-estadounidense, como su título lo empieza a sugerir. Es también el primer largometraje de Nico Casavecchia, director e ilustrador argentino radicado en New York, y llega al Bafici para su premiere mundial.
El film está protagonizado por Sam Huntington -a quien viéramos en el papel de Jimmy Olsen, en Superman Regresa (Superman Returns, 2006)-, Rafael Spregelburd -visto en Cornelia Frente al Espejo (2012) y Casi Leyendas (2017), entre otras- y personificando a la buscada Sofía, Andrea Carballo (quien haya visto el corto “Ni una Sola Palabra de Amor”, de El Niño Rodríguez, la reconocerá enseguida). Completa el elenco Sofía Brihet, en una desenvuelta y fresca actuación.
Alex (Huntigton) es un director de animación, quien vive en Brooklyn, recientemente se ha hecho muy conocido en las redes sociales gracias a su corto “Tomates que bailan”, un viral de exactamente eso, dos tomates que bailan. Decidido a probar que puede realizar obras de calidad artística muy superiores al video que lo ha popularizado, se encuentra en instancias previas a firmar un contrato para de alguna manera venderse al “lado oscuro” de la publicidad.
Una noche, un poco desorientado (estado que lo acompaña en casi todo el resto del film), saca un pasaje a Argentina para conocer a Sofía, una mujer con quien mantiene una relación virtual, a quien nunca ha visto en persona y de quien se enamorará perdidamente. Sofía (Carballo) vive en el Tigre, y tiene un detalle del cual Alex no está al tanto: un novio (Spregelburd), un pintor en pleno proceso creativo, instalado en su casa del Delta junto a su asistente Flor (Brihet), con quien mantiene una relación bastante particular.
La elección del director en relación al elenco es un acierto total. Hay una versatilidad y un atisbo de familiaridad con cada uno de los personajes que seduce desde el inicio, sin importar el idioma que cada uno hable, o que terminen hablando en inglés aún cuando el chico estadounidense no tenga participación en la discusión; aquello de lo que hablan, por lo que viven, los sueños que persiguen y los que dejan ir, son los mismos que cualquier artista recorre en su vida.
El camino en búsqueda hacia Sofía puede valernos como excusa un recorrido en la pesquisa de sí mismo por parte del protagonista, aunque vaya camino a encontrarse con el supuesto amor, y lo que encuentre sea una rara convivencia de personas bajo el mismo techo. Cada uno de ellos son personas que parecen, incluso en grupo, estar solos. Y de eso trata Finding Sofía: de adaptarnos alas circunstancias, las cuales difícilmente son las que estamos esperando, y las contradicciones internas y externas con las que debatimos a diario, estemos en el lugar del mundo donde estemos. Encontrarnos a nosotros mismos puede ser una tarea épica, ni hablar encontrarse con alguien más, encontrarse y coincidir, encontrarse y ser.
Muy buena calidad visual de esta primera producción de 1stAveMachine, con una banda de sonido que acompaña y es parte, destaca el recurso de animación para contar ciertas partes de la historia, la cualidad de ilustrador del director mucho aporta en esta fase, y completa una película de aquí y de allá, donde el relato prevalece y hace de un simple argumento una gran película.
© Mary Putrueli, 2017 | @mary_putrueli
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