Kinshasa Symphony (Alemania, 2010)
Dirección: Martin Baer, Claus Wischmann. Guión: Claus Wischmann. Producción: Stefan Pannen, Holger Preube. Duración 95 minutos.
Documental presentado en la Berlinale 2010, sobre un grupo de músicos en Kinshasa, capital de la República Democrática del Congo, país sobrehabitado con uno de los mayores índices de pobreza encontrados dentro del mundo.
Es allí donde las experiencias cotidianas de varios de éstos músicos van describiendo que a pesar de las dificultades, el bajo índice de educación presentado en una sociedad que debe dedicarse a la compra-venta de cualquier tipo de mercancía, cocinar por las calles, mantener hijos en precarias condiciones, crisis económicas varias, una ciudad caótica. Sin embargo, nada puede detener el espíritu de éstos músicos, que previamente prohibidos por un régimen dictatorial, juntos proponen realizar un concierto al aire libre. Demostración que inclusive en términos de pobreza extrema, es posible educar y realizar logros colectivos asombrosos. El concierto es el acto donde éstos ciudadanos pueden escapar del día a día, demostrar ante el resto que “todo es posible” y dignamente frente a los numerosos obstáculos presentados.
Las dificultades presentes, escasos instrumentos que deben ser turnados entre los músicos por horarios estipulados.
El film intercala ensayos de la orquesta frente a cámara fija presentando las vivencias de varios de los integrantes de la misma. Allí nos encontraremos con un maestro de orquesta perfeccionista, que no conforme con los resultados incentiva a los músicos a participar de ensayos inclusive en días de fines de semana, derivando en la corrección de mínimos errores para que la función salga según esperado.
El climax del film se produce al encontrar obras como “Carmina Burana”, la “Novena Sinfonía” o trabajos de Ravel, Verdi, ejecutados hacia un más que “conciliador con el alma” final.