Lila, Lila (Alemania 2009)
Dirección: Alain Gsponer Guion: Alexander Buresch Elenco: Daniel Bruhl, Hannah Herzsprung, Henry Hubchen Producción: Andrea Fallscheer, Hennig Ferber, Marcus Welke, Sebastián Zuhr Duración: 103 minutos
¿Qué ingredientes se pueden esperar de una comedia romántica que intenta ser efectiva? Actores reconocidos y en lo posible atractivos, personajes lo suficientemente encantadores y neuróticos, unas cuantas vueltas de tuerca en la trama, situaciones desopilantes pero con la dosis necesaria de drama para generar algún tipo de tensión, un buen soundtrack repleto de bonitas canciones y un montaje prolijo pero dinámico capaz de captar y transmitir las distintas emociones que viven los protagonistas.
Lila, Lila cumple con todos estos pasos de la receta, pero narrativamente se queda a medio camino. La historia no aporta nada nuevo, termina atrapada en muchas escenas clishés de este tipo de películas. Por momentos nos remite a aquellas comedias románticas británicas que brillaron hace algunos años, Notting Hill y El Diario de Bridget Jones por citar algunas, aunque lejos del nivel de esta última.
Falla en el timming narrativo, comienza bastante bien, con un extenso flashback que dura hasta promediando el film, donde se van presentando los personajes, los cuales provocan con sus neurosis, cierta empatía en el espectador, pero luego decae y bastante, uno ya deja de reírse e identificarse. No se termina de profundizar en la subjetividad de cada uno de los personajes, por momentos parecen nacidos de un repollo, no tienen ni familia, ni pasado, el conflicto es un puro presente, si se apela a lo neurótico hay que tener en cuenta estos detalles. Es así como la historia queda detenida en un montón de situaciones inverosímiles y termina aburriendo a pesar del intento de ser muy dinámica.
El mayor acierto del director Alain Gsponer, es la elección del trío actoral protagonista. Daniel Bruhl (Good Bye Lenin, Los Edukadores, Bastardos sin Gloria) logra una muy acertada composición de David, un joven obsesivo, inhibido e inseguro, que necesita de otra mente brillante, para seducir a Marie, interpretada por Hannah Herzsprung (Cuatro Minutos), y Henry Hubchen (La Avenida del Sol, Whisky con Vodka) en el papel de ese veterano desagradable, quien pretende salvarse a costas de David.
La química interpretativa de estos tres actores sostiene una película que se va diluyendo en el transcurso de los minutos; comienza con buenas ideas y aspiraciones, pero queda ahí. Lila, Lila es sólo eso, un buen intento, aunque fallido por cierto.
Por Emiliano Román
Lila, Lila fue la última película del festival que tuve oportunidad de ver. Esta comedia romántica me despertaba muchas expectativas, por la historia y por sobre todas las cosas, porque estaba protagonizada por Daniel Brühl (Good Bye Lenin, Salvador, Bastardos sin Gloria) uno de mis actores alemanes favoritos (aunque en realidad es español porque nació en Barcelona).
Pero lamentablemente, esta producción de Alain Gsponer no logró cautivarme como yo esperaba. Y mucho que ver en esto, tuvo que ver la interpretación de Hannah Herzsprung (4 Minutos, El lector) como la heroína de la historia.
Un joven camarero llamado David, va por la vida sin llamar la atención de nadie. Está enamorado de Marie, una estudiante de literatura que apenas si le da la hora. Pero un día, David encuentra en el cajón de una vieja mesa, una novela que lo emociona hasta las lágrimas. Con la única intención de conquistar a Marie, se apropia de la autoría del manuscrito, sin sospechar que de un día para el otro, se convertirá en el escritor joven más prometedor de los últimos tiempos.
Lila, Lila cuenta con una trama divertida y hasta encantadora, sin embargo, en algunos momentos no puede evitar caer en escenas predecibles y ya muy vistas. Lo que sí es para valorar, es el flashback del comienzo, conjuntamente con las puestas de cámara. Gsponer nos brinda a lo largo de toda la película, un cuidadoso trabajo en los encuadres.
Como indicaba antes, no convence la relación de David y Marie, o más precisamente no convence la química entre Brühl y Herzsprung, al menos no para una historia romántica. Él posee todo el encanto y el carisma, que a ella le falta. [A continuación mi calificación será por él, y sólo por él…]
Por Romina Gretter