A Sala Llena

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Metrópolis

Metrópolis

Metrópolis (Alemania, 1927, 147’), de Fritz Lang

Que se puede decir de esta obra que no se haya dicho aún. Se trata de una película que hay hoy resulta adelantada. Cuesta entender como Fritz Lang construyó esta magnífica ciudad, estos subsuelos espantosos, ese futuro desesperanzador donde las diferencias entre los obreros y los niños bien son inmensas. Bueno, para eso no se necesitaba demasiada imaginación. Lang se adelantó a la caída de la bolsa, al nazismo. Fue un visionario. Por estética, narración, personajes, interpretaciones y sobretodo efectos especiales, Metrópolis sigue impactando. Los cimientos del cine de ciencia ficción se construyeron gracias al film alemán. Sin él nunca hubiese habido 2001, Odisea del Espacio o Guerra de las Galaxias.

El material encontrado en el Museo del Cine por Pauia Félix Didier y Fernando Martín Peña es un tesoro invalorable, más poderoso que el Anillo de los Nibelungos. No solamente es asombroso a nivel visual, sino también ayuda a construir la historia, a perfeccionar los escenarios. Toda la historia del científico loco, creador de la primera mujer robot, había sido suprimida del original. Con esta versión, el personaje adquiere mayor protagonismo y dimensión. Una advertencia de los experimentos que se vendrían en Alemania una década más tarde. También podemos ver en la misma, mayores detalles de la Ciudad de los Ricos, una suerte de templo romano, lleno de excesos y desenfrenos.

La obra de Lang es revisada y revisada. Dentro de Metrópolis se puede leer una visión socio – cultural del mundo que aún hoy, lamentablemente, no ha cambiado. Cada plano, cada cuadro es inolvidable, hermoso, icónico. Las alucinaciones del protagonista convertidas en pesadillas inimaginables. Una obra inagotable, que cada vez que se mira, se descubren cosas nuevas.

Por suerte pude apreciar la versión “definitiva” hace un año en la Sala Lugones cuando se exhibió con el material recién restaurado. La llamaban la copia Frankenstein, porque los pedazos de películas estaban puestos todavía de forma un poco arbitraria, forzados, solamente para saciar el hambre de los cinéfilos que no podía aguantar a ver todo el material entero en una copia nueva completamente restaurada, y con las instrucciones definitivas de Fritz Lang. Fue una exhibición inolvidable. Extasis puro. ARTE EN SERIO.

Una obra imperdible, una cita memorable ver Metrópolis en cine. Si tenemos que hacer una lista de las películas que fundaron este hermoso arte, la obra de Fritz Lang, sin duda se sitúa en la cima.

 

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