A Sala Llena

0
0
Subtotal: $0,00
No products in the cart.

CRÍTICAS

Rossana Taddei en Salta y Resto

Martes 22 de Noviembre

Rossana Taddei: voz y guitarra/ Gustavo Etchenique: batería

Una maravillosa exponente del arte- fusión

A raíz del compilado Uruguayas Campeonas – 20 Cantoras de la Banda Oriental, lanzado a comienzos de este año, descubrí canciones muy bonitas en voces que nunca había escuchado. Algunas de ellas me gustaron tanto que me llevaron a buscar material, a querer conocer más. Las primeras exploraciones fueron en YouTube y MySpace, y de ahí sin escalas a mi reducto fetiche en Buenos Aires, donde siempre encuentro esas joyitas de aquí, de allá y de mucho más allá también, que no se consiguen fácilmente. Así fue como una tarde salí de «El Perseguidor» con Feliz de Rossana Taddei, editado en 2009 por Acqua Records, una clara muestra de su perfil musical, donde fusiona el jazz, el pop, el rock, la canción uruguaya y la italiana.

Las expectativas que tenía de un show en vivo de esta autora, intérprete y artista plástica nacida en Uruguay, criada en Suiza y en constante alternancia entre ambos países, no solamente fueron cumplidas sino colmadas -y en exceso-.

Por cierto, Salta y Resto (Salta 755) fue la primera sorpresa de esa noche. Se trata de un nuevo espacio ubicado en el barrio de Monserrat, a metros de Av. Independencia. Una casa antigua cálidamente ambientada, con un escenario hermoso cuyo emplazamiento permite una adecuada visualización desde todos los ángulos del salón y por sus dimensiones, crea un ámbito íntimo y propicio para disfrutar de un buen show acompañado de un rico vino y exquisitos tentempiés. Salta y Resto ofrece una muy variada e interesante cartelera de  actividades que invita a acercarse, pasar una grata velada y volver.

Sin embargo, la mayor sorpresa me la llevé con el show. Referirse a Rossana Taddei como una cantante o una cantautora, aunque se le añadan todos los adjetivos que se quieran, es faltar a la verdad, es parcializar la información, como afirmar que la luna es únicamente su faz iluminada. Si tengo que resumir en tres palabras y apenas hacer justicia con la calificación, debo decir que es una gran artista de la fusión. Como cantante es impecable, tiene un registro, una melodía y una vocalización increíbles; juega, sube, baja, siempre con una dicción y una fortaleza intactas.

Es además una excelente anfitriona, una perfecta animadora. Rossana despoja el evento de toda estructura con su histrionismo, cuenta historias, anécdotas de canciones, de vida, obliga al público a participar, a jugar con las voces, a  integrarse. Incorpora en la escena elementos ajenos a los típicos shows, como muñequitos, flores, plumas. Interactúa constantemente con su partenaire escénico, Gustavo Etchenique. No brinda una simple presentación sino un cálido, lúdico y descontracturado encuentro.

El repertorio es ágil, bien variado y fiel al género de la fusión. Incluye temas propios como “Todo tiempo pasado fue mejor” –que la compuso inconfesamente para su abuela-, “Luz que llega”, “Jacinta”, “Fuiste un bien”, “Poder sonreír”; temas ajenos como “Imposibles” de Fernando Cabrera, “El instrumento” de Washington Benavides; composiciones de su autoría con letras de poemas como “Nada” de Sara Ibáñez, “Qué diría” de Alfonsina Storni, “Va a dormirse una luz”  y “Puede beberse el sol”, de Humberto Megget. Dan el presente los temas en coautoría, como “Extraño esa sensación” compuesto conjuntamente con su hermano Claudio Taddei. Tampoco faltó “Stretta tra le labra”, del poeta croata Dubravko Pusek, primer sencillo de su último CD Tra Cielo e Terra, íntegramente interpretado en italiano, en el que Rossana musicalizó trece poesías de poetas de la región suiza de Ticino –donde tiene sus raíces familiares-, y en el que participaron numerosos músicos uruguayos como Hugo Fattoruso, Nicolás Ibarburu, Palito Elissalde entre otros y fue presentado en Suiza, en mayo último.

Como si todo esto fuera poco, en la pantalla ubicada sobre el escenario se proyecta durante todo el show, una serie multicromática de obras plásticas de Rossana, que impacta no solamente por la explosión de color sino por sus formas, simples pero definidas y muy expresivas, que abordan la temática del amor, la pareja, la diversidad, el beso, la entrega y la inocencia. Esta serie formó parte de la muestra realizada en el Teatro El Galpón en marzo de 2010, cuya clausura se celebró con un concierto –con banda completa- y la participación especial del aclamado Fernando Cabrera.

Particularmente recomiendo la visita del blog, http://rotaddeiartevisual.blogspot.com/, donde además de la serie que acabo de mencionar, hay muchas más obras, como la maravillosa serie de dibujos “Van pasando mujeres”, a propósito de un poema de Alfonsina Storni. Esta seria, realizada en blanco y negro con detalles en color rojo, fue presentada a mediados de este año en Suiza, en cuyo vernisage, cuenta Rossana, “se presentó una performance de varias mujeres actrices, bailarinas y también niñas simbolizando en su contenido y en el de los cuadros, el proceso que las mujeres vivimos de lenta liberación”.

Definitivamente el arte fusión es el motor de Rossana. Su creatividad y talento no se circunscriben únicamente a una sola rama del arte, sino a varias, y en esa variedad, a su vez,  explora diversos lugares y añade contextos, texturas, acordes, ritmos y una vastedad de impensables aditamentos, con los que obtiene sorprendentes resultados.

Y como este motor no se agota, por el contrario se potencia, actualmente trabaja en una futura exposición de telar, donde una vez más, ensambla diversos elementos para dar lugar a una técnica mixta. Esperemos que la muestra llegue a estas latitudes y podamos disfrutar una vez más, de esta multidimensional artista.

Dejá un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

También te puede interesar...

Recibe las últimas novedades

Suscríbete a nuestro Newsletter