Volvió una Noche
Dirección y Versión: Herminia Jensezián. Dramaturgia: Eduardo Rovner. Producción: Pablo Mascareño. Vestuario, Iluminación y Diseño de Espacio: Herminia Jensezián. Arreglos y Dirección Musical: Juan Manuel Bevacqua. Intérpretes: Herminia Jensezián, Mariano Karamanián, Belén Santos, Juan Manuel Bevacqua, Charly Arzullán, Carlos Dumanián, Cristina Papazián. Prensa: Simkin & Franco.
El Miedo de Todo Hijo
Hace 15 años atrás se inauguraba en la esquina de Niceto Vega y Armenia, en Teatro Café El Tadrón. Utilizando la fachada de una típica pulpería porteña, El Tadrón se convirtió pronto en un lugar de reunión, un café clásico y una sala abierta a diversos espectáculos del circuito off o alternativo.En el 2007, gracias al estreno del Ciclo Teatro x la Justicia ganó el reconocimiento Premio del Mundo, que volvió a repetir en el 2011 llevándose el galardón de Institución Destacada.
Una de las primeras obras que se exhibieron allá por 1997 fue Volvió Una Noche, clásico texto del dramaturgo Eduardo Rovner, pero adaptado a idioma armenio. Para celebrar los 15 años de El Tadrón, Herminia Jensezián, renueva la apuesta en español, con inclusiones musicales y trasladado a la misma cultura.
Originalmente pensada para las tradiciones judías, Volvió una Noche, narra la historia de un muchacho, que a tres días de casarse, va a contarle la noticia al cementerio a su madre fallecida. No solamente le relata la felicidad que tiene por su futuro matrimonio, sino también sus éxitos como cirujano y cantante lírico clásico.
La madre, desde la tumba se siente traicionada. ¿Cómo puede su hijo contarle que se va a casar a tan solo tres días del hecho? ¿Cómo puede ser que ella no conozca a su futura yerna, y más importante aún, que no la haya aprobado para su hijo? Con un poco de ayuda divina, la madre volverá al mundo de los vivos para convivir (y atormentar) a su hijo hasta llegar a conocer a su pretendiente. El problema, es que el hijo le mintió en varios aspectos, aún estando ella muerta, lo cuál generará varias confusiones a lo largo del relato.
A pesar de aparentar ser una comedia fantástica sencilla y liviana, la obra de Rovner conversa acerca de dos temas atemporales y universales: por un lado, las relaciones padres-hijos, la comunicación entra ambos, y por otro el lugar de las tradiciones en dicha comunicación. El protagonista le miente a su madre, para verla contenta, y que no se “desilusione” de la imagen que ella tenía sobre su vida, pero al mismo tiempo la extraña y la necesita. Sus mentiras son como un pedido de auxilio. Sin embargo, Rovner critica la forma en que las tradiciones deben dejarse afuera cuando hay sentimientos de por medio… aunque no olvidarlas.
La puesta en escena de Jensezián es fiel al espíritu original del texto, y además decide ubicarse temporalmente en la época en la que fue escrito, lo que permite conservar la esencia visual y cultural de los años ’70, más allá de que se combina el tango con la música armenia.
La obra es muy dinámica, divertida y ágil, se cuida la estética de la comedia de enredos, sin dejar de lado, el aspecto más sentimental y nostálgico de su contenido. Se aprovecha ingeniosamente el espacio escénico ubicando estratégicamente, los tres escenarios: la casa del protagonista, la tanguería donde canta con su banda, y la tumba de su madre, pero combinando todos juntos posibilitando el ritmo escénico interno de los movimientos de los personajes.
El elenco, encabezado por la propia Jensezián y Mariano Karamanián (Woyzeck), logra dar vitalidad y verosimilitud a los personajes con gracia e inocencia. La química de la pareja protagónica es fundamental para llevar adelante la obra: la relación madre hijo es creíble, consigue empatizar con el espectador, en su propia cultura, en sus propias tradiciones. Es muy destacada la labor humorística de cada integrante, así como su doble desempeño musical para abrir y cerrar actos.
Volvió una Noche, es un clásico porteño que ha generado gran repercusión internacional, especialmente en Praga, donde lleva 10 años representándose, lo cuál sirve para enfatizar la identificación universal que genera esta comedia absurda y querible, en donde lo fantástico se mezcla con lo cultural, y al mismo tiempo se reflexiona sobre prejuicios contemporáneos.
Teatro: Tadrón Teatro – Niceto Vega 4802
Funciones: Domingos 20 Hs.
Entrada: $55 y $50