Festivales dedicados al cine de terror hay muchos, y no paran de surgir. También en Argentina. Villa de Merlo, San Luis, es un famoso centro turístico, amado por todo aquel que llega de visita, pero no contó con una iniciativa de esas características hasta 2022: en octubre de ese año nació Merlo Sangriento. Un festival que arrancó fuerte, ya que uno de sus invitados fue Demián Rugna, director de Aterrados y de la hoy elogiada Cuando acecha la maldad.
Aquella primera y triunfante experiencia dejó la vara alta para la segunda edición, que se realizó del 13 al 15 de octubre. Y el equipo liderado por el cineasta Juan “Ever” Ortíz continuó superándose.
Lo primero a destacar es la sede del evento: La Casa del Poeta Antonio Esteban Agüero, un centro cultural con las condiciones ideales para un proyecto ambicioso. Allí se encuentra la sala de proyecciones, que también sirvió para las actividades especiales. Y en los alrededores pudieron ser montados puestos de ventas de muñecos, merchandising, ilustraciones y libros, todos acordes con la temática. Así era posible encontrar peluches de conejos de colmillos ensangrentados, por ejemplo. Y en cada pasillo uno podía toparse con alguna novia enloquecida, o algún ente oscuro listo para recolectar almas. Es que estas situaciones son propicias para el cosplay, al punto de que hubo un concurso al respecto.
Volviendo a la programación, sobresalió una sección competitiva de cortos latinoamericanos dividida en tres tandas. Algunos contaban con más recursos que otros, pero todos permitieron descubrir el panorama del género en la actualidad y conocer nuevos valores. Además, reveló las producciones provenientes de San Luis y de otras provincias, donde generalmente se imponían tres tópicos: el de los mitos autóctonos, las apariciones y las brujas, todos desde una óptica personal que les daba una identidad propia. Cada noche cerró con la proyección de un largometraje ya estrenado, pero que aquí pudo ser redescubierto y visto por primera vez: Sangre Vurdalak, de Santiago Fernández Calvete, también integrante del jurado de cortos; El Ucumar (sobre el monstruo legendario del norte argentino) y el slasher uruguayo Al morir la matineé. Tres propuestas distintas entre sí, las tres de gran nivel.
Además del cine, hubo espacio para la literatura: MS organizó un concurso de cuentos con un buen número de participantes, incluyendo jóvenes de edad escolar. Otros atractivos pasaron por el área de gaming y el espacio para los juegos de mesa, que contaron con un interesante flujo de participantes. ¿Y música? También: la ceremonia de apertura contó con los riffs de la banda Catarsis.
Por el lado de las actividades especiales, resaltó la que tuvo como protagonista a Valentina Lellín, directora de Terror Córdoba, el festival que pronto va por su décima edición, y responsable de la productora Ronin Films. Con Ever y el programador Lucho Mezher habló de los prejuicios que debió sortear como fan de lo extraño y las criaturas de la noche, los orígenes del evento, los objetivos logrados y lo que se viene. El diálogo culminó con la proyección de tres cortos ganadores de la edición más reciente. Una muy acertada movida de MS de trazar alianzas con otros festivales.
No menos interesante fue la exposición de Ornella Barra, especialista en efectos especiales de maquillaje. Ante una audiencia fascinada, hizo una breve introducción y pasó a caracterizar de cadáver a la actriz María Eugenia Rigon, habitual de películas de miedo nacionales y protagonista del corto competidor Vida y la torta de chocolate.
En paralelo a todo lo mencionado, imposible no destacar el clima. El clima cálido de las tardes puntanas, pero sobre todo, el clima humano por parte de la organización, de los invitados, del público. Se notó en las charlas alrededor de una mesa, con mates y platos dulces, a la sombra de los árboles del patio de la Casa o en plena hora mágica. Charles del terror, de festivales, de cine, de proyectos, charlas del hoy y de lo que viene.
Merlo Sangriento tiene todo para crecer y consolidarse como uno de los más importantes festivales de cine de terror -y de cine a secas- de Argentina. Al igual que en el ya consagrado Buenos Aires Rojo Sangre, hay un grupo sólido y entusiasta, con una genuina determinación de seguir creciendo y de traernos terror del mejor. Un terror lúdico que nos permita, aunque sea por un rato, olvidarnos del terror de la vida cotidiana.
A continuación, todos los premiados:
Concurso de Cortometrajes Latinoamericanos
2º Mención: Los otros, de Juan Cruz Oruezabala (Buenos Aires)
1º Mención: Sacrificio, de Aldo Enrique Apango Ortiz (México)
Mejor Cortometraje: Carga animal, de Iván Bustinduy (Buenos Aires)
Premio Argentores: Mejor Guión para Iván Bustinduy por Carga Animal
Concurso de Cuentos Fantásticos
Categoría A: “El día escrito con sangre”, de Lila Frank
Categoría B: “Los tres toques de la puerta”, de Tiziana Sapino
Categoría C: “Pareidolia”, de Cristian Márquez
Foto: Merlo Sangriento
