Bizarra, la evolución de Bruno Dumont, desde sus originales La vida de Jesús y La humanidad, en las que se preguntaba sobre la esencia humana con alusiones religiosas, pasó después a la comedia con Coincoin et les z’inhumains, y se tomó muy en serio el tema de la santidad con la historia de Juana de Arco. Eso sí, siempre en sus tierras del noreste de Francia, en una geografía rural despojada, con sus historias de pueblo chico.
En esta ocasión, ha puesto todos sus temas en una suma fílmica, que resulta abrumadora. Una historia curiosa, que apela a la consabida lucha entre el Bien y el Mal, encarnados en seres extraterrestres y sus devotos terráqueos. Lucha que remite a las rivalidades propias de los habitantes de un pueblo, pero también a la lucha de sexos. Con la inclusión de la ciencia ficción, en los personajes líderes que llegan en naves voladoras, cuya arquitectura remite a famosos edificios europeos, y con reminiscencias de Star Wars. Capítulo aparte merece la sátira a la policía (nuevamente con el curioso Bernard Pruvost), que se muestra tan burda como inútil.
Un delirio entre místico y científico-moral, cuya figura más notable es la de Fabrice Luchini, a quien se lo ve muy divertido en su rol del Gran Señor o Belcebú. Pero, si bien el film se presenta como un producto cómico, fantasioso y absurdo, que provoca groseramente la risa fácil, su humor me dejó indiferente, no le encontré el encanto. Por supuesto esto siempre es subjetivo, pero a juzgar por la respuesta del público, creo que estas boutades no funcionaron. Aunque se presente como una parodia de la ciencia ficción, y una sátira social, en el fondo Dumont parece tomársela muy en serio.
Dumont se vale de toda una parafernalia: arquitecturales naves espaciales, monumentales edificios góticos y palaciegos en Alemania, Italia y Portugal, y un fascinante agujero negro vaginal postapocalíptico donde todo va a parar y desaparecer (pavada de metáfora).
(Francia, Italia, Portugal, Alemania, Bélgica, 2024)
Guion, dirección: Bruno Dumont. Elenco: Lyna Khoudri, Anamaría Vartolomei, Camille Cottin, Fabrice Luchini, Bernard Pruvost. Producción: Rachid Bouchareb, Jean Bréhat, Bertrand Faivre, Muriel Merlin, Andrea Paris, Matteo Rovere. Duración: 110 minutos.
