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BAFICI 2015 – Día 4

BAFICI 2015 – Día 4

Sábado 18 de abril.

Llegó el fin de semana, lo que siempre permite un mayor incremento de público en el BAFICI, ya desde temprano. La oferta cinematográfica no sólo está presente en Village Recoleta y otras salas de Capital, sino al aire libre, de manera gratuita, en el Anfiteatro del Parque Centenario. Allí proyectaron un programa con cortos de Chuck Jones, para niños de todas las edades, y Only Lovers Left Alive, de Jim Jarmush, más para niños de 18 años en adelante. 

El homenaje a Mario Monicelli acaparó la atención dentro de las actividades especiales. En este caso, hubo una conferencia por parte de Chiara Rapaccini, artista multifacética, viuda del director y responsable de la muestra Monicelli y Rap: 100 Años de Cine, que puede ser visitada en el centro Cultural Recoleta. Una notable mezcla de cine, fotografía y pintura, que permite un nuevo acercamiento al creador de tantas obras cumbres del cine italiano (Para leer la entrevista que le realizamos a Rapaccini, cliqueen aquí).

De clásicos como Terciopelo Azul, de David Lynch, hasta novedades como Generación Artificial, de la Competencia Argentina, el abanico de películas que presenta el BAFICI no puede ser más amplio. Sólo queda aprovecharlo.

 

Ben Zaken, de Efrat Corem (Israel, 2014 – Comp. Int.), por Emiliano Román

De por sí ya es casi novedoso ver un film israelí que no aborde centralmente el conflicto bélico con Palestina. Esta es una película de una familia compuesta por dos hermanos, la hija de uno de ellos y la madre. Principalmente se basa en el conflicto padre e hija cuando hay casi total ausencias de una función materna, salvo por esta abuela que a veces la ocupa y a otras veces no.

Con un claro estilo hermanos Dardenne, la directora usa la cámara para seguir a estos personajes perdidos en algún suburbio, donde la gris realidad social e individual invade sus vidas. Schlomi (el padre), no sabe qué hacer con su apática existencia y mucho menos resuelto tiene como vérselas con Ruhi, su hija preadolescente. La jovencita lo confronta constantemente a una sensación de impotencia y frustración que viene atravesando desde hace un tiempo.

Planos fijos pero profundos, que transmiten muy bien el dilema de sus personajes. La cámara se mete en la intimidad de esta familia aglutinada pero también esquizoide, los roles no cumplen su función, viven pegoteados, la ausencia de corte o límite da cuenta de las carencias que atormentan a sus miembros.

Magistralmente actuada, en especial por la niña, este film es una interesante oportunidad para identificarse con personajes que viven tan lejos pero que a su vez están tan cerca de nosotros en un mundo donde las relaciones humanas cada día son más conflictivas.

calificacion_3

 

 

 

Generación Artificial, de Federico Pintos (Argentina, 2015 – Comp. Arg.), por José Luis De Lorenzo

Documental que explora el inicio de la generación de VJs en Argentina y la transformación de su empleo hasta la actualidad. Federico Pintos transita una especie de falso documental y ficción, informativo a la vez pero con la utilización de subcapas argumentales que hacen dudar como espectador sobre el punto de quiebre donde comienza la ficción para dejar de lado lo autobiográfico.

Por momentos, Pintos, quiere demostrar en este viaje de casi 15 años de realización abandonada y vuelta a retomar, que el VJ fuera de considerarse un artista vinculado a la creación e innovación, pasó a otro nivel, en el que el registro de la imagen a partir de la actividad cerebral puede llegar a manifestarse en una experiencia visual y auditiva con la llegada de tecnologías de acorde. Algo innovativo y a la vez escabroso, digno de un film de ciencia ficción.

Este viaje de Pintos queda trunco a partir de la intencional utilización de ficción ejemplificada con una búsqueda implícita a lo Jose de Zer en el medio de la noche de un VJ cuyo trabajo y experimentación derivaría en el cometido anteriormente mencionado.

Generación Artificial sirve como ejercicio para rever qué significa la profesión de ser VJ, la llegada de la digitalización y los cambios que esta llevó acarreados, en esta como en otras profesiones.

Resulta interesante ver el trabajo en pantalla de diversos DJs, sus manifestaciones visuales, realización e inventiva, fuera de la tarea secundaria del autor, de trabajar en la realización de videos para fiestas y celebraciones de todo tipo, donde Pintos abre una caja de Pandora que deja en el camino, el deseo de reencuentro con toda persona para la que haya realizado un trabajo de esas características. Quizás una idea para su próximo trabajo.

calificacion_2

 

 

 

La Mujer de los Perros, de Laura Citrarella y Verónica Llinás (Argentina, 2015 – Comp. Int.), por E.R.

Lo valioso de esta película es que logra algo bastante complicado si se tiene en cuenta el eje del relato. Un film donde abundan los planos fijos, y vemos casi todo el tiempo como una mujer que no habla vagabundea con sus perros podría ser un auténtico fiasco aburrido casi insoportable. Pero no, la cámara logra meternos cada vez más e intrigarnos como hace esta mujer para sobrevivir en pleno aislamiento social a un mundo tan hostil donde miles artículos de consumo se transformaron en primera necesidad.

Esto es gracias al notable trabajo interpretativo de Verónica Llinás, que si bien no habla con palabras, su lenguaje no verbal está disposición de todos nosotros. La mujer, “cartonea”, roba, come, hace sus necesidades, se las arregla para sobrevivir y esto que parece obvio, el film lo transmite como un eje en el conflicto de la historia.

Estructurada en cuatro segmentos, uno correspondiente a cada estación del año, la mujer y sus perros nos dan cátedra de supervivencia, aunque por momentos se torne un poco largo el relato. La fotografía es impecable, reflejan los climas, el paisaje rural y urbano y el ánimo de esta mujer que parece una “loca” pero que no sabemos nada del motivo de esta elección de vida.

Una historia distinta, calma pero profunda que nos retira toda ansiedad externa para adentrarnos en la vida de este personaje que termina resultando muy querible.

calificacion_3

 

 

 

Queen of Earth, de Alex Ross Perry (Estados Unidos, 2015 – Vanguardia y Género), por José Tripodero

Alex Ross Perry asoma como otro director interesado en generar nuevas variaciones sobre la categoría indie estadounidense. Luego de Listen Up Phillip (vista en el último festival de Mar del Plata) Perry elige la ruta que lo conecta con el Bergman más pesadillesco al narrar la historia de Katherine (Elisabeth Moss), en la búsqueda de un refugio espacial pero también mental, luego del suicidio de su padre y de la ruptura nada “en buenos términos” con su pareja. Ese refugio es la casa de veraneo de su amiga Ginny (Katherine Waterston, en un increíble parecido físico con Jennifer Lawrence) quien la juzga y mira por sobre los hombros, más allá de darle asilo y algo de respiro a su terrible actualidad.

Entre Kat y Ginny hay roces verbales pero también de tensión sexual, una represión bien escondida que el director hace emerger en momentos oportunos, no así el grosor de sus textos para revolver la salud mental de la pobre visitante. Se suma Rich (Patrick Fugit, en un perfil que se podría definir como “asesino serial encantador”) quien no es más que un engreído y peor vecino, amigo de Ginny. El efecto centrífugo de los diálogos y situaciones hace estancar la historia en una atmósfera densa, la cual no se articula con el único espacio de la película, sino más bien se choca de frente. Queen of Earth es un mumblecore dispar atrapado en sus propias intenciones, solo rescatable por la performance de una Elisabeth Moss preparada para brillar con luz propia, de una buena vez por todas.

calificacion_2

 

 

 

Mar, de Dominga Sotomayor (Argentina, 2015 – Comp. Arg.), por J.L.D.L.

Villa Gesell sirve como escenario para desarrollar el viaje de vacaciones que emprende una joven pareja conformada por Martín y su novia Eli. Entre la existencia de una madre irresponsable, dato ejemplificado en la primer escena del film, y los problemas de pareja que van apareciendo a lo largo de Mar, Sotomayor se basta de pequeñas vivencias, ejemplos y diálogos característicos de una pareja en medio de unas vacaciones apagadas, chatas y aburridas en las que la aparición de acciones inesperadas sirven para demostrar la psiquis del personaje principal en diversas situaciones.

Sotomayor (De Jueves a Domingo), vuelve a la impronta de destinar su metraje a los problemas de parejas en vacaciones. A diferencia con su anterior film, en esta, la ausencia de un hijo en la pareja se hace presente en incontables situaciones como la reiterada mención a la técnica de fertilización asistida.

Esa ausencia se llena con el personaje de la madre de Martín, que irrumpe en las vacaciones de la pareja y quien por su personalidad claramente podría tratarse de un menor. Irresponsable, despreocupada, algo así como se describiría al “hombre light” en otras circunstancias.

Es meritorio que en los escasos minutos en que transcurre Mar, se traten tantos temas que permitan un futuro análisis. La elección de encuadres es placentera y describe el trabajo de Sotomayor, como una pequeña delicia coherencia narrativa y visualmente.

calificacion_3

 

 

 

Ela volta na quinta, de André Novais Olivera (Brasil, 2014, Comp. Int.), por E.R.

Este joven director brasilero decide filmar a su familia, pero no hace un documental sino una pequeña ficción, donde sus padres de casi 38 años de casados atraviesan una severa crisis de pareja. Un film minimalista de carácter realista que cuenta las peripecias de este matrimonio y como viven los hijos adultos cuando sus padres ya grandes están a punto de divorciarse.

Filmada en la ciudad de Belo Horizonte, la película tiene una fuerte impronta urbana, ya que además de las vivencias subjetivas de sus personajes, vemos cómo se mueven socialmente en una ciudad superpoblada. El problema deviene en el guión, se estanca mucho en situaciones cotidianas y la narración no avanza. El relato, no por lento sino por escueto, se torna aburrido, carece de pasión en los conflictos y sus personajes, que si bien sufren y bastante, aparecen muy apáticos.

Son 108 minutos que se hacen largos e interminables, aunque por momentos hay secuencias muy lindas, como la escena donde el matrimonio se pone a bailar una linda canción de Roberto Carlos o cuando van a retirar una heladera a domicilio y deben bajarla por las escaleras. Interesante intento que se diluye en un relato que abusa de los planos fijos sin darle agilidad a la historia, perdiendo el timón del timing narrativo.

calificacion_2

 

 

 

That Guy Dick Miller, de Elijah Drenner (Estados Unidos, 2014 – Panorama), por Matías Orta

Hay actores que aparecen en infinidad de películas, casi siempre en papeles secundarios (o durante una sola y corta escena), y así y todo logran destacarse. En la mayoría de los casos se hace difícil aprenderse los nombres de esos intérpretes fugaces, pero no es el caso de Dick Miller.

Este documental nos presenta vida y, sobre todo, obra de un aspirante a escritor que, allá por los ’50, conoció al por entonces ascendente Roger Corman, quien lo puso delante de cámara en incontables perlas de bajo presupuesto. Indio, vaquero (incluso ambos en una misma película), soldado, asesino serial (su único protagónico, en El Falso Escultor), devorador de flores, ningún papel se le escapó a este carismático intérprete, quien décadas después sería convocado por discípulos de Corman y fanáticos del terror y la ciencia-ficción, como Alan Arkush, Jonathan Kaplan y, sobre todo, Joe Dante.

Gracias a testimonios –empezando por el de Miller, tan encantador como las películas- e imágenes de films y fotos íntimas, el director Elijah Drenner creó un viaje fascinante no sólo por la carrera de un artista como ninguno sino un fresco del cine clase B de los 50 hasta nuestros días, y muestra las luces y las sombras del trabajo de actor, principalmente cuando no logran despegar a la categoría de estrellas, pero cómo hay redención a partir del culto generado por los devotos más incondicionales.

Para los admiradores del género fantástico será un regreso a la infancia. Para quienes nunca se percataron de Miller, la oportunidad para adentrarse en la trayectoria de un personaje dentro y fuera de la pantalla.

calificacion_4

 

 

 

Goodnight Mommy, de Veronika Franz y Severin Fiala (Austria, 2014 – Comp. Int.), por E.R.

Una sola palabra define esta película: ¡¡Wow!!! Al salir del cine la sensación es de haber corrido una maratón de 99 minutos. No solo por los cambios de registro a que nos enfrenta, sino porque cada vez más el relato se va sumergiendo en un entramado loco sin retorno y desesperante.

Dos hermanitos gemelos viven en una mansión de verano y reciben a su madre luego de esta hacerse una cirugía plástica. Los niños comienzan a sospechar que esa no es su madre, por algunos cambios físicos y en el carácter. La historia empieza a reflejar tensión, los pequeños indefensos antes ciclotimias adultas generan una empatía irresistible. La figura paterna que funcionaría de corte u orden solo se menciona vagamente.

Los puntos de giro en el guión no tardan en llegar, y lo que es una cosa en un momento va cambiando de rumbo casi vertiginosamente y nos encontramos frente a una realidad absolutamente distinta. La última hora es enloquecedora, la necesidad de confirmar la identidad de esta madre lleva a resoluciones por carriles inesperadamente violentos. Frente a la ausencia de ley, alguien va a tener que encarnar la Ley a su manera y desde el lugar de certeza psicótica.

Un film extremo, plagado de escenas que sobresaltan, con algunas falencias mínimas pero que no afectan la sensación de estar viviendo una experiencia intensamente psicotizante.

calificacion_4

 

 

 

Fassbinder – To Love Without Demands, de Christian Braad Thomsen (Dinamarca, 2014 – Panorama), por M.O.

Aún después de su muerte, con apenas 37 años, Rainer Werner Fassbinder sigue siendo uno de los cineastas más prolíficos y laureados de Alemania y del mundo. El responsable de una obra tan amarga como notable. Pero, ¿cómo era el corazón y el alma de este artista del pesimismo y de los sentimientos equivocados?

Christian Braad Thomsen creó este documental desde la investigación y la admiración que data de décadas atrás, cuando puedo hacerle entrevistas filmadas, inéditas hasta la fecha. A través de los testimonios de boca de quien fuera, en los ’60 y ’70, uno de los estandartes del Nuevo Cine Alemán (otros miembros eran Werner Herzog y Wim Wenders), podremos conocer la intimidad de un muchacho criado en la sociedad alemana de postguerra, en medio de abandono y tensión familiar, lo que siempre lo incitó a buscar familias sustitutas en el teatro, la televisión y el cine, donde surgieron nombres como Hanna Schygulla. Además, la palabra de colegas, amigos y una de sus ex parejas, que permiten conocer otro punto de vista sobre este muchacho rebelde, áspero pero también tierno, talentoso, hiperactivo.

Aunque el ritmo se hace denso y monótono, y pese a que faltan testimonios como el de la Schygulla, sigue siendo un material valioso, que permite descubrir los tormentos de un cineasta que nunca deja de cautivar al público.

calificacion_3

 

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