(Argentina, 2019)
Guion y dirección: Pablo Schembri. Elenco: Luciano Saracino, César Legname, Mónica Audi Falú, Carlos Lizarraga, Diego Trerotola, Laura Casabé, Roger Koza, Isabel Sarli, Ramiro San Honorio. Producción: Pablo Schembri. Duración: 96 minutos.
Cuando se piensa en el origen de las películas con zombies como hoy los conocemos, viene a la mente La noche de los muertos vivos, ópera prima de George A. Romero, estrenada en 1968. Pero, ¿y si el hecho de reinventar a esas criaturas como cadáveres hambrientos no haya empezado allí, en Pittsburg? ¿Y si la película independiente que cambió el terror moderno surgió unos años antes, y en el norte argentino? Esto es lo que plantea Zombies en el Cañaveral. El documental.
El hilo conductor de la película es el escritor Luciano Saracino (autor del libro de cine Zombies!), quien sale en busca del guión de Zombies en el Cañaveral, film tucumano sobre difuntos mortíferos. A partir de ahí pasamos a diferentes testimonios, empezando por el de Ofelio Linares Montt, el director. Él relata cómo se juntó con un grupo de socios para rodar una humilde película que tuvo su estreno en los Estados Unidos pero jamás en la Argentina. De hecho, según las palabras de los entrevistados, la única copia fue llevada a los censores del gobierno de Juan Carlos Onganía, pero nunca pudieron recuperarla. Una auténtica obra maldita, de la que sólo sobreviven un tráiler, un afiche y toneladas de anécdotas de actores y técnicos.
La ópera prima de Pablo Schembri pudo haberse conformado con ser un delirio simpático para los fanáticos de género, y hubiera estado bien. Sin embargo, va por mucho más y consigue resultados más que sorprendentes. El director trasciende el ámbito cinematográfico y potencia los detalles sobre el turbulento marco histórico y político de los ’60, sin que quede de mal gusto.
La recreación del film perdido -con una estética en blanco y negro y la textura propia de algo antiguo-, es complementada con las palabras de los críticos Roger Koza y Diego Trerotola, la cineasta Laura Casabé, y hasta la de un exhibidor estadounidense que, por supuesto, no es real. Mención aparte para Isabel Sarli, quien habla de la censura de décadas atrás y que tanto padecieron ella y Armando Bo. La película también quedará en la historia por representar la última aparición cinematográfica de La Coca.
Zombies en el Cañaveral. El documental es un falso documental tan efectivo y riguroso, que si se quitan las advertencias pertinentes, puede pasar como un documental a secas referido a una joyita perdida y una pionera del terror.
© Matías Orta, 2019 | @matiasorta
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