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CRÍTICAS - CINE

Despedida de Soltera (Bachelorette)

Despedida de Soltera (Bachelorette, Estados Unidos, 2012)

Dirección y Guión: Leslye Headland. Elenco: Kirsten Dunst, Isla Fisher, Lizzy Caplan , Rebel Wilson. Producción: Brice del Farra, Claude del Farra, Jessica Elbaum, Will Ferrell, Adam MacKay, Lauren Munsch. Distribuidora: Energía Entusiasta. Duración: 87 minutos.

La boda de mi peor amiga

Tres amigas acuden a la despedida de soltera de una vieja amiga de la secundaria (a la que solían molestar desde adolescentes) esperando irse de juerga, pero cuando la novia decide hacer un festejo discreto y medido, ellas buscarán divertirse a su modo, lo que pondrá en peligro la boda.

“Regen es una hija de puta, pero es buena amiga” o “Traje cocaína, ¡yeah!” son dos frases que pueden sintetizar e ilustrar el contenido de Despedida de soltera. Esta historia, escrita y dirigida por una poco experimentada Leslye Headland, no es otra cosa que una versión de ¿Qué Pasó Ayer? protagonizada por mujeres y, como aquella, busca traer frescura o innovación por jugarla de zarpada e irreverente. El problema es que si ¿Qué Pasó Ayer? funcionaba no era sólo por su estilo arriesgado y extremo, sino por la estructura de la narración, que al poner de protagonistas a tres tipos que no tenían idea de lo que había sucedido la noche anterior y debían encontrar al novio para llevarlo a su boda implicaba una serie de sorpresas que se iban diseminando a lo largo de la trama y que generaban en el espectador una intriga y un conflicto por resolver que se iba desanudando a través de pequeñas y desopilantes pistas. Nada de eso sucede aquí.

Los problemas de Despedida de Soltera comienzan desde el argumento mismo: tres amigas asisten como damas de honor al casamiento de una cuarta amiga, una gordita a la que solían molestar desde el secundario. Desde la sinopsis no se entiende por qué estos personajes son amigos si no tienen interés en el otro, pero como una especie de oda a la hipocresía (para empezar con los atributos que podemos encontrar en el género femenino según cómo las pinta este filme), todas ellas, envidiosas, egoístas, superficiales o directamente estúpidas, se presentan a la despedida como si realmente fueran mejores amigas.

Todo en el guión parece indicar que el faro que guiaba a la escritora para contar el relato y hacerlo entretenido fue la irreverencia. Entonces en la película tenemos chistes sobre el cáncer, sobre la bulimia, sobre sexo, sobre drogas, sobre tendencias suicidas… Claro, una de las chicas lleva cocaína y las otras dos se la pasan de saque en saque, a cada minuto un poco más tontas, pero nada más. La corrección política pareciera no estar presente: las chicas se meten los dedos en la garganta y vomitan, hablan sobre sexo oral con desconocidos, se mandan una línea tras otra y después se fuman un porrito, así el chiste es más gracioso. Y quizás lo hubiera sido, si no fuera porque un rato más tarde, toda esa irreverencia se desvanece para convertirse en una especie de moraleja. Ser bulímica puede salvar vidas ajenas, tomar drogas es malo cuando te das cuenta de que ya no tenés 20 años, etc. De alguna manera, Despedida de Soltera hace lo mismo que hizo Ted: se muestra como la película más zarpada del mundo, la más cínica, la más canchera, hasta que de repente todo vuelve al cuento de hadas.

La construcción de los personajes no es nada atractiva tampoco: entre las tres protagonistas tenemos a Regan (protagonizada por Kirsten Dunst en un papel muy similar a algunos otros que ha hecho, pero más exagerado), la encargada de organizar la boda, una engreída, gritona y egoísta; a Katie (Isla Fisher, de Confesiones de una Compradora Compulsiva), una completa idiota que quiere vivir de un novio que la mantenga y suele hablar de que se quiere suicidar; y Gena (Lizzy Caplan, de Hot Tub Time Machine y probablemente la mejor actuación del trío), una mujer que luego de separarse de su novio de la secundaria ha pasado muchos años sin rumbo. A ella debemos agregar a Becky (Rebel Wilson, que era dama de honor en la reciente y similar –aunque muy superior- Damas en Guerra), la novia en cuestión, también tontuela e inocentona, y a todo el grupo de varones con los cuales se involucran (el galán empedernido, el atribulado y sensible, y el eternamente enamorado), un numeroso grupo de personajes de donde no se saca nada atractivo.

Luego de que la novia se dé cuenta de que sus amigas realmente no son lo que parecen y las eche de su discreta despedida, las protagonistas deciden seguir con la fiesta y, digamos por accidente, echan a perder el vestido de novia. El conflicto es realmente pobre (tengamos en cuenta que en ¿Qué Pasó Ayer? lo que se perdía era ¡el novio!): siempre nos preguntamos por qué diablos les importa a estas tres haberle roto el vestido a una chica que jamás les interesó ni tampoco parece interesarles ahora, tantos años después. Sin embargo, cerca del clímax, un par de conflictos extra van a sumarle interés a la trama que a fuerza de caos y problemas, termina por entretener un poco más.

Despedida de soltera (producida por Will Ferrel y Adam McKey) es una comedia fallida, pero no solo por su irreverencia falsa, por el poco atractivo de sus cínicos personajes o por las moralinas cerca del final, sino más que nada porque su humor no termina de funcionar y allí está su peor pecado. Se trata de una comedia bastante anodina, que no saca más que sonrisas o alguna risa aislada y que encima tiene la mala suerte de desperdiciar algún chiste en una mala traducción en el subtitulado.

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