La noticia de alta sensación térmica en Buenos Aires parece una gran broma del destino para alguien a dos cuadras de la playa sin short de baño. Dan ganas de insultar al horizonte, vea. El lugar barato para comprar es un mito comprobado. No hay tal cosa y sólo quedan dos días.
Con el estómago lleno y el corazón contento la maratón de cine comenzó un poco tarde, mas exactamente 16:10 o sea la última media hora de la versión restaurada de La Cifra impar de (1962) de Manuel Antín, obra que no ha perdido vigencia y que dio pie para la siguiente dentro de la sección del festival “El vals del aniversario”. Violetas Imperiales (1952) de Richard Pottier, la co-producción franco española se vio en un fílmico casi sepia pero con la bandera de la nostalgia bien en alto. Las voces de Luis Mariano y Carmen Sevilla siguen conquistando como la primera vez en una historia romántica de las de antes. Las voces, estaban claramente en la pantalla pero mas de una señora susurraba aquello de “…milagro de Paris, Paris, Paris; amar sin medida…” o “…Violeta de España, vives para el recuerdo de aquel amor…” y varias mas. Mas tarde hubo cine de hoy…
Inmaduros de Paolo Genovese
El punto de partida es tan inverosímil como inevitable para el espectador. La cosa es “si no te gusta, andate”. El ministerio de educación manda varias cartas a todo el alumnado de una clase secundaria 20 años después de haberse graduado para comunicarles que por un “error formal” deben rendir nuevamente el examen final que les dará el título. Esto da pie para que un grupete compinche de amigos de secundaria se vuelvan a juntar, rencontrándose para revivir viejos tiempos. El punto es que ninguno de ellos en 20 años parece haber madurado en sus actitudes y la película se convierte en una especia de estudiantina de gente grande en la edad del pavo. Como pasa a menudo últimamente, el formato narrativo está mas cerca de la televisión que del 7mo arte, lo cual no tendría nada de malo si estuviera bien hecho. Hay algunos momentos de risa genuina con uno de los personajes que a los casi 40 todavía vive con sus padres pero claramente no alcanza con eso.
No Tengas Miedo de Montxo Armendáriz
La presentación del film candidato a los últimos premios Goya estuvo a cargo de Claudio Minghetti. Una película dura, fuerte y controversial con mucha tela para cortar. No sólo por la temática de abuso sexual de menores; sino porque el director Montxo Armendáriz toma decisiones a fondo con su película. Tomando a un personaje femenino en tres etapas de su vida en la que es abusada por su padre. No tengas miedo (un título que por la temática provoca el efecto contrario) transita los momentos traumáticos de la infancia y adolescencia tomándose su tiempo para ocuparse de planos largos de la mirada casi vacía de la víctima y lo hace sin golpes bajos insertando también algunos testimonios actuados y otros reales, como para darle verosimilitud a lo que parecería imposible de creer. Y efectivamente, lo que logra la psiquis con los traumas humanos es increíble y a veces espantoso.
Dentro del festival, hay una sección llamada “La película sorpresa”. Todos los años se guarda herméticamente en la boca de Carlos Morelli, un estreno importante que se da a conocer al público minutos antes de la proyección. Esta vez…
La Suerte en Tus Manos de Daniel Burman.
Luego de la conferencia de prensa por la mañana, era lógico abordar la proyección de La suerte en tus manos con cierta expectativa. La historia comienza con un hombre en sus 40 (Jorge Drexler) que decide hacerse una vasectomía en pos de tener libertad sexual que no derive en una posible futura y nueva familia (ya tiene dos hijos). El inesperado encuentro con un viejo amor cambiará en algo sus planes. Burman juega con los actores a solidificar sus personajes mediante la creación de un vínculo notablemente delineado. Hay algo de fresco en Drexler (en su debut actoral) que a la vez remite a los personajes que Daniel Hendler ha compuesto para el mismo director. En este sentido están cortados por la misma tijera con lo cual, la búsqueda de empatía con el espectador está a la orden del día. Hay una relación del personaje con la adicción al juego “controlada” cuya relación con sus acciones es difícil de determinar. De todos modos sigue siendo Burman marca registrada en tanto la mirada sobre la sociedad desde la intimidad de sus criaturas. Rosario y Buenos Aires ofician de polos extremos para contar lo mismo. Grandes ciudades, con gente que les da vida.
Por cierto, la concurrencia en casi todos los casos fueron a sala llena (nunca mejor usado). El público responde muy bien. No claudico en tocar el mar, pero con la última función terminada a la una y media de la mañana, el descanso se impone para un lunes cargado de cine. Veremos…
