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FESTIVALES

Pantalla Pinamar 2013 – Diario Día 3

Lunes 11 de marzo. Pantalla Pinamar empieza otra importante jornada. 

A las 10 hs, conferencia de prensa de De Martes a Martes. La primera pregunta fue sobre la secuencia de violación, uno de los más terribles momentos de la historia del cine nacional. El director Gustavo Triviño contó pormenores de esa filmación y Malena Sánchez, la actriz que interpreta a la kioskera, confesó cómo encaró la escena con Alejandro Awada, quien interpreta a un violador. Por su parte, Pablo Pinto revelo detalles de la  preparación para su personaje (se pasó años en un gimnasio para ganar músculos), y, según el actor, no se parece en nada a Benítez.  
Una conferencia esperada, aunque más tranquila de lo esperado, teniendo en cuenta cómo dividió aguas entre los periodistas. 

Entre las conferencias posteriores se destacó la de Por Aqui Todo Bien. La directora angoleña Pocas Pascoal dijo que la historia tiene muchos elementos de su propia vida huyendo de una guerra civil en su tierra natal y viviendo en un barrio precario de Lisboa. También dio detalles de su corta carrera, que empezó en la televisión en montaje y cámara. La película es su primera obra de ficción luego de hacer documentales. Y tuvo tiempo de señalar que cómo la historia es universal, ya que se aplica toda persona que alguna vez debió exiliarse.  Para cerrar, Pablo César, productor del film, habló brevemente de la película y la relación entre Argentina y África, donde suele realizar sus películas. 
A continuación, proyecciones de las películas. Como siempre, en las salas 1 y 2 del complejo Oasis, y muchas veces con presencia de los realizadores. Y las funciones se llenan, lo que demuestra el poder de convocatoria del evento.

Embriagados (Smashed, James Ponsoldt, Estados Unidos, 2012,) por Tomás M. Luzzani

Kate y Charlie, interpretados por Mary Elizabeth Winstead  y Aaron Paul, son un matrimonio joven, que más allá de sus respectivos trabajos como Maestra y Periodista, se pasan el día bebiendo alcohol. Cuando Kate siente que tocó fondo, decide estar sobria, y eso le dará un giro de 180º a su vida, en especial, a su relación con Charlie.

La obra de Ponsoldt se sustenta casi en su totalidad en la interpretación de Winstead, y eso le permite a Mary lucirse con total comodidad. Un relato sencillo y honesto, que explora la humanidad detrás de los vicios y las costumbres, y la mirada social que suele haber sobre estos, sin caer en lecciones moralistas ni juzgar a sus personajes. El resto del reparto, que se extiende a nombres como Octavia Spencer y Megan Mullally, aporta un buen soporte para la dupla protagonista.

Smashed no es la nueva joya del cine indie, aunque es una fiel representación de lo que puede dar la mirada de la nueva ola de cineastas estadounidenses.  Una película íntima, pero no intimista, que narra desde lo particular, algo universal. Simple, pero real y auténtico.

EVA (Kike Maíllo, España, 2011), por Tomás M. Luzzani

EVA es una clara muestra del otro cine español. Kike Maíllo desembarca en la ciencia ficción para contarnos la historia de Alex, un genio de la programación de Robots, que vuelve a su ciudad natal para trabajar en la personalidad y memoria emocional del “primer robot libre”, encontrándose con su hermano David, quién está en pareja con Lana, el romance universitario de Alex. Todo cambia cuando aparece Eva, la niña de Lana y David, quién servirá de inspiración para Alex.

El robot, a nivel histórico, sirvió para las narraciones como reflejo de la humanidad, existe como filtro. Es aquello que se ve como nosotros, actúa como nosotros, pero le falta aquello que nos hace humanos, y nos distingue. Ha servido para mostrar al hombre que quiere ser dios, y ha servido, como en este caso, para la reflexión sobre nosotros mismos. Lamentablemente, en la mayoría de los casos, esa reflexión se pierde en intentos de grandilocuencia y queda como una pretensión que nunca termina de tomar forma, aunque, este no es el caso.

La solidez del relato y la precisión del guion, le permiten a Maíllo moverse libremente sobre una humanidad y alcanzar niveles profundos de reflexión sin tener que caer en la obviedad. EVA está construida como un robot, a partir de pequeñas y precisas piezas, que son parte de algo más grande. Humana cuando tiene que ser humana, y fría cuando debe de ser fría. Pasa de robot a hombre, como las locaciones pasan de la nieve a la calidez de un hogar, como lo rústico y lo retro de la madera y los tocadiscos conviven con robots y proyecciones holográficas.  Son esas tensiones lo que le dan vuelo al relato, y permiten que se cumplan las pretensiones, pero sin descuidar la narración.

Daniel Brühl y Claudia Vega logran dos interpretaciones excelentes, la química que existe entre ellos, y lo funcional de su performance con la propuesta del film merece ser resaltada, y es solo una grata sorpresa más, entre tantas otras que brinda la película, principalmente, desde los aspectos técnicos, al punto que salvo por el acento español, uno duda que este visionando una obra oriunda de la península ibérica.

EVA no es una película perfecta, pero no tiene que serlo para lograr emocionar al espectador como lo hace. No es Inteligencia Artificial, ni Blade Runner, pero son referencias obligadas a la hora de pensar la película, y no desentona en la comparación. Maíllo escribe su nombre junto al de otros directores españoles, miembros de una nueva camada, que busca la comunión entre una mirada de autor y una narración sólida, y no dejan de sorprendernos con lo positivo de los resultados.

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