Crítica previamente publicada en A SALA LLENA con motivo de exhibición en el 64º Festival de Cannes:
Francia invade Hollywood. Quizás la sorpresa del festival…
Filmar un proyecto mudo en blanco y negro hoy en día constituye un gran riesgo, considerando que el mercado tiende a la digitalización de salas, tecnologías 3D, efectos visuales utilizados hasta el 90% de la duración de un film.
The Artist viene a romper con estas premisas y demostrar que el cine clásico es siempre vigente, siempre y cuando contemos con una interesante historia (demasiado educativa en este caso), un guión confeccionado y un elenco maravilloso.
Hace cuatro años atrás tuve la oportunidad de ver un film que pasó desapercibido, no estrenado en cartelera porteña, no era nada del otro mundo donde confluían mismo director y actor que en The Artist, Michel Hazanavicious y Jean Dujardin, el film: Oss 117: Le Caire Nid D’Espions. Una superproducción que intentaba crear un nuevo agente de espionaje parodiando a 007 pero con acento francés. Por supuesto contó con una secuela y en Francia fue un éxito total, debido al carisma del actor, un ídolo de la televisión francesa. Algo así como es Santiado Segura con la saga de Torrente en España, un éxito incomprensible.
The Artist, sorpresivamente funciona como una especie de Cantando Bajo la Lluvia, apela a la memoria y transcurre en Hollywood de la década del 20’ mientras el traspaso de tecnologías dejan fuera del sistema a todo involucrado con la tecnología anterior. El mal por venir es la llegada del cine sonoro. Dujardin interpreta magistralmente a George Valentin, una mezcla de Errol Flynn-Gene Kelly, por su físico y movilidad, actor de films mudos, destacado como “el actor del momento”, acompañado por Bérénice Béjo como una fan que por casualidad entra al mundo de la actuación y toma la posta en el cine sonoro, dejando atrás a quien le habría dado el puntapié inicial en su carrera: George. Apela a la nostalgia y al sentido de perdida, George se aisla como Kane en El Ciudadano, deja la mansión tras su separación marital y debe vender todas sus adquisiciones, en parte por su tozudez en no querer aceptar los cambios.
Como en este festival, Medianoche en Paris de Woody Allen aseveró que “todo tiempo pasado fue mejor”, The Artist juega con la misma premisa, es un acontecimiento poder ver en la actualidad una propuesta jugada, un film mudo concebido en la actualidad, que represente al mejor cine de Lubitsch y Wilder. Con Penelope Ann Miller, John Goodman, Malcolm MacDowell y James Cromwell completando el destacado cast.