Dramaturgia y Dirección: Martín Flores Cárdenas. Iluminación: Matías Sendón. Diseño gráfico: Gabriel Alomar. Producción: Gabriel Cabrera. Vestuario: Marina Apollonio. Diseño del espacio: Alicia Leloutre. Asistencia de dirección: Laura Eiranova. Diseño de coreografía: Manuel Attwell. Música: Julián Rodriguez Rona. Fotografía: Ezequiel Rohr. Asistente de producción: Karmen López Franco. Actúan: Florencia Bergallo, Laura Lopez Moyano, Marcelo Mininno, Javier Pedersoli, Julián Rodriguez Rona. Prensa: Martín Flores Cardenas.
Una cosa llamada amor
Amor y desamor narrado en primera persona, desde la conquista hasta la separación cada uno de los actores toma el escenario y cuenta su experiencia.
No existe el relato compartido sino que a partir de las vicisitudes que narra cada actor en escena se construye la obra cuya temática sería universal pero, en este caso, el acento está puesto en la violencia y el desengaño. Nadie que se enamoró la pasó bien, podría ser la hipótesis de Entonces bailemos; todas las historias fracasan.
A partir de una puesta despojada, solo un colchón sommier de dos plazas en el centro del escenario y un tubo de luces que irradia sobre el cemento alisado, la obra propone un cruce con el stand up. No hay un conflicto que se sostenga entre personajes que interactúan sino que cada actor, a su turno, le pone la piel a un monólogo.
El corte entre parlamentos está dado por las canciones de Johnny Cash que interpreta Julián Rodriguez Rona. Florencia Bergallo, Laura Lopez Moyano, Marcelo Mininno y Javier Pedersoli, en tanto, le cuentan al espectador la historia de amor que padecen.
La propuesta es un híbrido que borra en su enunciación la cuarta pared del teatro cuando los actores en su relato interpelan al público. Historias cosidas por la música en un far west porteño que danza al ritmo de botas texanas y un deseo insatisfecho.
Teatro: El Camarín de las musas – Mario Bravo 960 – CABA.
Función: Sábado 23:00 hs.
Entrada: $ 120 (general); jubilados y est. universitarios: $ 70 (presentando acreditación).