A Sala Llena

0
0
Subtotal: $0,00
No products in the cart.

CRÍTICAS - CINE

Kick-Ass 2, según José Tripodero

Los límites de la reflexión (sobre el superhéroe).

La virtud que tiene Kick-Ass 2 es la de independizarse como obra, sin la necesidad imperiosa de duplicar temáticamente a su antecesora, la que funcionaba como un film de iniciación. Si bien el protagonista, Dave/ Kick-Ass (Aaron Taylor-Johnson) y su amiga Hit Girl (Chloe Grace Moretz) son personajes derivados de la primera película, el camino que entablan aquí es diferente, es el de la búsqueda urgente de la identidad, sumada a la cotidianeidad adolescente y sus motivos (el deseo sexual, las castas escolares, etc.). El comienzo promisorio, en el que aparentemente ambos van a formar un dúo para continuar la lucha contra el mal, se desvanece poco a poco hasta quedar separados, cada uno por su lado. Kick-Ass se une a un grupo de “vigilantes” comandados por el Coronel Bands and Stripes (un sutil Jim Carrey), mientras que Mindy, luego de prometerle a su padre sustituto dejar el uniforme para siempre, busca encajar en el submundo superficial de las adolescentes denominadas “mean girls”, aunque su alter ego nunca desaparece por completo. La búsqueda de la identidad, en el tormentoso período de la adolescencia, no está limitado a los buenos ya que también es el objetivo del villano de turno, Motherfucker, el hijo del mafioso D’Amico asesinado en la primera película por Big Daddy, quien también falleció.

Kick-Ass 2 reflexiona acerca de las fórmulas del cine de superhéroes, no sólo por las referencias más transparentes, puestas en los diálogos de los personajes (se habla de Batman y de Spiderman, por citar sólo dos ejemplos), sino también por el devenir dramático, especialmente en su primera mitad, la más ágil y acida en términos narrativos. Cuando se produce el primer quiebre serio, la estantería comienza a tambalear. El director y guionista Jeff Wadlow recurre a los motivos que trabajó en clave meta, en el primer acto, para ajustarlos a un dispositivo genérico, la venganza, que surge y cruza de bando sin ser dueña de ningún personaje. Hacia el final, también, se siente la falta del humor más cínico que afloraba en los one-liners de Hit Girl porque la trama se pone seria y, a la vez, se ve necesitada de alcanzar el destino que el género -sobre el cual reflexionaba en la primera parte- parece exigirle. Por ejemplo, las muertes de personajes importantes tienen una carga trágica y solemne que parece obligar a los vivos a actuar en consonancia, como en una película clásica de superhéroes (hasta incluso la cadencia de la música extradiegética se asemeja demasiado a la compuesta por Hans Zimmer para la saga Batman, de Christopher Nolan).  Sin la frescura de la primera parte, Kick-Ass 2 se halla cómoda en la reflexión intertextual del superhéroe y en el género coming of ages (tan popular en los 80’s), aunque a la hora de construir su propia película asentada en las bases del género, deschava su limitada imaginación para intentar -al menos- transitar alguna senda por fuera del estereotipo, aquello que al principio miraba con otros ojos.

calificacion_3

Por José Tripodero

Dejá un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

También te puede interesar...

Recibe las últimas novedades

Suscríbete a nuestro Newsletter