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CRÍTICAS - CINE

La Mejor Oferta (La Migliore Offerta)

(Italia, 2013)

Dirección y Guión: Giuseppe Tornatore. Elenco: Geoffrey Rush, Jim Sturgess, Donald Sutherland, Sylvia Hoeks, Dermot Crowley, Philip Jackson. Producción: Isabella Cocuzza y Arturo Paglia. Distribuidora: Alfa Films. Duración: 131 minutos.

Sobre el mercado del arte…

Existen pocas propuestas que nos ofrezcan una simetría casi perfecta a nivel de sus elementos constitutivos, una suerte de “armonía estructural” que vaya creciendo de manera progresiva y que garantice la satisfacción del espectador potencial. Sin lugar a dudas, La Migliore Offerta (2013), también conocida por su título en inglés, The Best Offer, es un claro representante de este conjunto selecto de films que privilegian la calidad, el ingenio y la coherencia por sobre el efectismo y/ o el golpe bajo, estrategias muy utilizadas en nuestra contemporaneidad (tanto por la industria hollywoodense como por la independencia arty).

Para aquellos que no lo sepan, estamos hablando de la última realización del gran Giuseppe Tornatore. Así como Malena (2000) y La Desconocida (La Sconosciuta, 2006) corrigieron los desniveles inherentes a La Leyenda de 1900 (La Leggenda del Pianista Sull’Oceano, 1998) y Fabricante de Estrellas (L’Uomo delle Stelle, 1995), hoy el opus en cuestión compensa la fallida Baarìa (2009) y nos retrotrae a su mejor período, el del comienzo de su carrera, con las extraordinarias Cinema Paradiso (1988), Estamos Todos Bien (Stanno Tutti Bene, 1990) y Una Pura Formalidad (Una Pura Formalità, 1994), como obras principales.

El siciliano vuelve a rodar en inglés, cuenta con Geoffrey Rush como protagonista y nos regala el regreso de Ennio Morricone al mainstream, aquí componiendo una banda sonora gloriosa. Rush personifica a Virgil Oldman, un martillero especializado en arte al que le llega el encargo de subastar el mobiliario de una casa derruida. Así las cosas, al poco tiempo descubre que Claire Ibbetson (Sylvia Hoeks), su empleadora, sufre de agorafobia y permanece encerrada desde hace más de una década dentro de la mansión. La trama analiza dicha relación y combina géneros varios como el thriller minimalista y el drama romántico.

Utilizando de contraparte la historia de la reconstrucción gradual de un autómata arcaico, a partir de las piezas que Oldman va hallando en la casona, el director le da forma a una película exquisita que escudriña lo volátil del alma y se apropia del mercado del arte como metáfora de las alegrías y callejones sin salida que vamos encontrando a lo largo de nuestro devenir. Un guión maravilloso, el rol concedido al mítico Donald Sutherland y la carga de inteligencia procedimental son factores que ratifican a Tornatore como un artesano del cine que hoy administra con maestría este torbellino de misterio, sensualidad y humanismo…

calificacion_5

Por Emiliano Fernández

 

El arte de la falsificación.

Hoy en día parece difícil que una película se transforme en una obra de arte. La Mejor Oferta logró romper con esto. Se tome la arista que se tome, el film es completo, equilibrado, deslumbrante.

Virgil Oldman (Geoffrey Rush) es un famoso martillero, especializado en arte, con un gran conocimiento proporcional a su soledad. Su trabajo lo llevará a una excéntrica casa con objetos de poco valor pero con una historia oculta que lo atrapará y dará un giro en su vida. La señorita Claire Ibbetson (Sylvia Hoeks) le encarga tasar y vender las obras que heredó tras la muerte de sus padres.

La particular enfermedad psicológica que padece Claire, agorafobia, la mantiene aislada de todos: un cuarto es todo su mundo. Esto fascina y obsesiona a Virgil. Así, el personaje de Rush -y la trama misma- experimenta una transformación vertiginosa pero delicada que genera una gran expectativa.

El último metraje de Giuseppe Tornatore, quien ha tenido altibajos en su carrera, lo reivindica. Todo cuadra de manera perfecta: la inteligencia y carga histórica del guión, la puesta en escena, el rol de cada personaje en la historia, la incertidumbre de lo que vendrá, el diseño de producción, la combinación de géneros cinematográficos. El equilibrio es perfecto.

La música de Ennio Morricone -quien ha dado a luz a grandes bandas sonoras como las de Cinema Paradiso, La Misión y El Bueno, el Malo y el Feo– es simplemente sublime, una nueva obra de arte para distinguir en su carrera.

La Mejor Oferta es una apuesta fuerte. El paralelismo entre el arte y la vida real es claro. ¿Hay algo que no se pueda falsificar o fingir? ¿Cuánto de real hay en lo falso?

calificacion_5

Por Fernanda García Arroyo

 

Los engranajes de la soledad.

La soledad construye muros, barreras infranqueables a nuestro alrededor que nos aíslan del mundo y descubren el velo de las convenciones sociales en todo el esplendor de su arbitrariedad, abriendo la terrible caja de Pandora del miedo a lo desconocido.

En La Mejor Oferta (La Migliore Offerta, 2013), el director y guionista Giuseppe Tornatore (Cinema Paradiso, 1988; Stanno Tutti Bene, 1990; Malena, 2000) indaga en la soledad como construcción social a través del personaje de Virgil Oldman (Jeffrey Rush), un famoso y respetado martillero inglés, excéntrico, agresivo y con una leve aprensión a la suciedad o rupofobia. La profesión de Oldman se cruza con su hobby, la colección de hermosos y valiosos retratos femeninos que lo acompañan en la soledad de su costoso departamento, en un cuarto escondido y protegido.

La soledad de Oldman, cuyo único amigo es Billy (Donald Sutherland), un estafador que ocasionalmente lo ayuda en pequeños fraudes en las subastas de obras de arte, es sacudida por una súbita llamada telefónica de la dueña de una propiedad venida abajo que necesita tasación sobre sus bienes. En la casona, Oldman encuentra unos engranajes que le llaman la atención. Al llevarlos con un especialista, Robert (Jim Sturgess), le confirman que podrían ser parte de un autómata del Siglo XVIII de un constructor sobre el que Virgil escribió su tesis años atrás.

La dueña de la villa Claire Ibbetson (Sylvia Hoeks) sufre de una severa condición de agorafobia que no le permite salir de su casa ni estar en la misma habitación con otro ser humano. La rabia por la histeria causada por la agorafobia y el encierro, la fascinación por el autómata y por la aventura de encontrar las diferentes partes y restaurarlo, y la atracción por Claire, la joven misteriosa y solitaria, se presentan, se funden y se confunden en un magma que une a ambos personajes en una rara, intrincada y bella historia de amor y seducción.

De a poco la soledad y la atracción abren paso a sentimientos que Virgil no hubiera creído posibles antes de conocer a Claire. La vida de Virgil se ve trastocada por estos acontecimientos y comienza a preguntarse qué son estas sensaciones que lo agobian y confunden su bien juicio. La soledad se convierte en una trampa y nada ni nadie es lo que parece en una historia que de a poco va develando las falsificaciones del arte y de la vida en una gran metáfora que interpela el misterio del espíritu de las obras de arte.

La Mejor Oferta va erigiendo capas que en conjunto -como el autómata- funcionan como un enigma que va cobrando forma a partir de un trabajo apasionado de búsqueda y pulimiento de todas las piezas que componen este hermoso engranaje cinematográfico.

calificacion_5

Por Martín Chiavarino

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