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CRÍTICAS

La Pandilla Del Verano en el Nuevo Emergente

El saber popular desde los inicios de la época moderna dictaminó que el esfuerzo realizado durante el año debe ser capitalizado en ahorros económicos o bien en el goce y buen uso de tiempo empleado para la relajación y el disfrute compartido en lo que definimos desde este lado de América como “Verano Austral”.
A lo largo de esos tres meses existen una serie de convenciones culturales en donde la música no es para nada ajena. El afán por instalar una melodía pegadiza e hija pródiga del sonido Pop, independientemente del estilo empleado por la canción, suele conocérselo como “El tema del Verano”.
Varias de esas canciones representan para nuestro inconsciente determinadas situaciones vividas en aquel entonces. Sin embargo este proyecto de factoría musical, craneada por productores experimentados en satisfacer las demandas de un público que gusta de bailar, cantar y tararear hasta el hartazgo esa tonada  incluso sin proponérselo, pocas veces perdura en el tiempo y en un determinado plazo termina difuminándose, logrando que aquel mote que señalaba que esa composición era la reina de la estación del año más esperada, caiga por peso propio. La experiencia personal en proyectos de alto nivel sonoro, la curiosidad musical de los nueve integrantes de la banda que experimentamos en vivo para esta ocasión y la información mencionada en párrafos anteriores han sido leídas a la perfección y atesoradas por La Pandilla del Verano, quienes se llevarán la mayoría de las líneas de este texto como cabeza de cartel del festival en cuestión.
La organización a cargo de este evento lleva el nombre de “Festi Indiana”. Este ciclo en su tercera edición nuevamente nos recibe con  la oferta más destacada del mundo de la música Independiente.

Lo preponderante de este evento no es solo su grilla musical sino la importancia que le da a la difusión de cultura coyuntural de la misma no solo en esta sino en sus ediciones anteriores.
Poesía, exposiciones de fotografía y literatura posicionadas en los salones del Emergente de Almagro, lugar que oficia de desprendimiento de aquel mítico espacio del barrio del Abasto y de mismo nombre.
Por orden de aparición quien abrió una seguidilla de conciertos en cuyos intervalos oíamos clásicos poperos de los últimos treinta años fue la señorita Jimena Domínguez. De origen rosarino, visita eventualmente Buenos Aires y ha sabido sembrar presentaciones de su formato solista en algunas presentaciones televisivas en vivo.
Voz encantadora que por momentos descansa en recursos electrónicos y sonido intimista en donde reside un low fi cargado de emociones  vividas en la cotidianeidad.
Sin dudas los presentes nos llevamos de su presentación el dulce estribillo de “Camalote” y “Sus flores azules” rondando en nuestra cabeza, alentándonos a curiosear más sobre esta joven promesa que reside en la ciudad con vista al río.
A continuación llego el turno de Palmer, compositora del género indie, en esta ocasión con banda detrás. Formación ideal para potenciar las canciones de su último disco Posguerra (2014), el cual oscila entre el pop y el rock más honesto, con un dejo de influencias británicas a primera escucha, pero luego con el correr de las canciones podemos notar un sonido cada vez más personal que nos hará comprender que el oído absoluto de Palmer al servicio de sus proyectos, son una bocanada de aire fresco para la música cooperativa.

Luego llegó el turno de Megafauna, comandado por  en voz y guitarra por Jacqui Casais, insignia en la organización del evento, escritora y ejecutora de “Nunca Seré Poesía”, homenaje poético a Ricky Espinosa – cantante póstumo de la emblemática banda de punk Flema –  de reciente edición a cargo de Milena Caserola y hecho en colaboración con históricos de la escena alternativa como Nekro (Boom Boom Kid), Wallas (Massacre) y Chary (Loquero). Los Megafauna nos hicieron sacudir la cabeza y los pies como buenos observadores e intérpretes de lo que los rodea. Claros ejemplos de ese aprendizaje musical se vislumbró en el single anticipo de lo que será su álbum debut El suicidio literario de Janet (2013) y la versión de “Mujer bellas y fuertes” de los punta de lanza El Mató a Un Policía Motorizado.

Finalmente, lo vaticinado al comienzo de esta nota se haría presente: con una imagen jovial y revalidando la cultura joven llega el turno de La Pandilla del Verano.
No era una fecha más para este súper grupo conformado en temporada vacacional por músicos de La Ola Que Quería Ser Chau, Trebian, y Los Crocantes entre otros. Durante la noche se hizo oficial la presentación de “Todas las chicas”, canción cumbiera hitera y cuanto calificativo rimbombante se encuentre a disposición.

Ocho bits, emoticones, gatitos y coreografías de los intérpretes daban cuenta de que el mensaje había quedado muy claro incluso desde aquel diferenciado pero no por eso menos interesando disco debut: LPDV sabe lo que quiere y lo va a buscar.
Acto seguido el comienzo del show dispara una catarata de hits anónimos  (por ahora)  como “Lo que más quiero es ser feliz”, “Me contagias La risa” (gran video con influencias estéticas K-Pop y protagonizado por Rita Pauls) que invitaban a aprender las canciones a más tardar en la tercera estrofa. Pero ojo, a no confundir: Una de las virtudes de LPDV reside en la ardua tarea de enseñar sencillez en la complejidad de entregar un producto Pop de altísima calidad. La ganancia artística vale doble cuando nos enteramos que el grupo milita su propio proyecto y que nadie más que ellos mismos está detrás de ese diamante en bruto que es tener buenas canciones para ofrecerle al mundo.
Piezas musicales que nos hacen debutar en el difícil arte de bailar ritmos pocas veces expresados por nuestro cuerpo, como “La ranchera de los enamorados”, ”Pulserita de la feria hippie”, melancolía épica “Una magia”, “Una flecha”, más el esperado vivo de “Todas las chicas” con Rita “La Salvaje” y Cristal Fluo, actrices del videoclip invitadas coronaron una gran noche para LPDV, a quienes recomendamos ver fervientemente dado que la experiencia de verlos en vivo se asemeja mucho a una fiesta a la cual te invitan, y por lejos serás el agasajado de la noche.

El cierre del “Festi Indiana” estuvo a cargo de Amor Elefante, power trío pop, a quienes recientemente les dedicamos unas gratas líneas en esta web. Para evitar ser redundantes en estas ganas de quitar de los bordes y ubicar en el centro a los músicos contemporáneos que consideramos lo mejor del amplio espectro musical, solo agregaremos que las Amor Elefante ya son una realidad consagrada en los escenarios para la alegría de nuestros oídos, y que las nuevas canciones testeadas en el público provocan ansiedad a la espera de su tercera producción discográfica.
El solsticio de una nueva escena independiente comenzó hace rato y esperemos que nunca termine. Es nuestro día. Nuestro verano.

calificacion_4

Por Cristian Baral.

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LA PANDILLA DEL VERANO:

Germán Bertasio (Sherman): Voz, Guitarra Acústica, Armónica, Coros y Percusión

Martín Iván Mikulik (El Jóven): Ukelele, Guitarra Acústica, Voz y Coros

Julián Lanzillotta (Lan-Zi): Guitarra Eléctrica

Lucas Díaz (Liuk): Batería

Santiago Nerone (Sr. Nerone): Bajo

Sofía Galarce (Mademoiselle): Voz y Coros

David Pitucardi (Pitu): Guitarra Eléctrica, Voz y Coros

Lucía Nosiglia (Moto): Trompeta y Coros

Nicolás Gulluni (Jr.): Teclados

http://lapandilladelverano.bandcamp.com/

MEGAFAUNA:

http://megafaunaigt.bandcamp.com/releases

PALMER:

http://palmermusica.bandcamp.com/

JIMENA DOMINGUEZ:

https://soundcloud.com/mariajimenadominguez

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