(Italia / Francia / Suiza, 2017)
Guión y dirección: Fabio Grassadonia, Antonio Piazza. Elenco: Julia Jedlikowska, Gaetano Fernandez, Corinne Musallari, Lorenzo Curcio, Andrea Falzone, Federico Finocchiaro, Vincenzo Amato, Sabine Timoteo, Filippo Luna, Baldassare Tre Re, Rosario Terranova, Gabriele Falsetta, Vincenzo Crivello, Corrado Santoro, Nino Prester. Producción: Nicola Giuliano, Francesca Cima, Carlitta Calori, Massimo Cristaldi. Distribuidora: SBP Films. Duración: 126 minutos.
Las más recordadas historias de amor suelen traer consigo grandes tragedias. Sucede en la ficción, sucede en la vida real. Justamente de un hecho verídico parte Luna: Una Fábula Siciliana (Sicilian Ghost Story, 2017): en 1993, el joven Giuseppe Di Matteo, hijo de un mafioso “arrepentido”, fue secuestrado por un ex colega de su progenitor.
Luna (Julia Jedlikowska) y Giuseppe (Gaetano Fernandez) tienen 13 años, son buenos y se aman el uno al otro. La pureza de su relación genera un contraste en el poblado gris de Sicilia en el que habitan; un ámbito con secretos tan turbios que contaminan el ambiente, y que terminará afectándolos. Cierto día, Giuseppe es llevado por supuestos policías que trabajaban con su padre, pero resulta ser una captura que se prolongará durante mucho tiempo. En tanto, Luna comienza a sospechar de la misteriosa desaparición de su pareja y no dejará de ir tras él, esperanzada de reencontrarse con su verdadero y único amor.
La película está contada desde el punto de vista de ambos, pero sobre todo del de Luna. Su inquietud por el paradero de Giuseppe y sus desventuras para dar con él también permiten conocer la relación con sus padres, con su mejor amiga, la tensión en el colegio, la incomprensión de los adultos en general. De esta manera, la historia es un coming of age en un ámbito dramático, dominado por la mafia, pero donde la mafia permanece mayormente fuera de campo, presentada de modo específico, nada burdo. Los directores Fabio Grassadonia y Antonio Piazza evitan la sensiblería y los estereotipos, y apuestan por un enfoque realista, crudo, aunque con momentos oníricos y simbolismos calculados que le otorgan un clima único, lejos de las convenciones.
La debutante Julia Jedlikowska tiene la responsabilidad de cargar con buena parte del peso del largometraje, y lo hace con una autoridad notable. Resulta convincente en cada uno de los estadios del personaje, sin caer en exageraciones. Gaetano Fernandez no se queda atrás, e incluso le tocan escenas de extremo padecimiento.
Luna: Una Fábula Siciliana es un film duro, arriesgado en lo temático y en lo estético. La contracara de Melody (1971), pese a que nunca se rinde ante el pesimismo. El retrato de un episodio oscuro, pero con lugar para sentimientos luminosos.
© Matías Orta, 2017 | [email protected] | @matiasorta
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