En el comienzo de Moonage Daydream, la oda que Brett Morgen compuso sobre David Bowie, se presenta, luego de una cita a Nietzsche sobre la muerte de Dios, una misteriosa relación entre planetas, un astronauta y una niña. Esto constituye el preludio a los 140 minutos de duración del film que culminan con “Memory of a Free Festival”, el tema musical convertido en himno.
Si bien, para algunos, “Memory…” es un tema que invoca a la tristeza -Bowie lo compuso al morir su padre-, en el film adquiere otro sentido que bien podría ser el de “su” propia muerte. La de Bowie es, tras su paso terrenal, una vida y obra que Morgen quiere celebrar, por eso el jolgorio en ronda y el “party” de las escenas finales.
Moonage Daydream es el resumen de lo que en vida aconteció con/en Bowie. El documental, que es narrado en su totalidad por Bowie a partir de material de entrevistas y grabaciones (gran parte de ellas inéditas y brindadas por su familia) es un hecho que convierte a este material en un hallazgo, sobre todo para el fan que ya vio una y otra vez los archivos hasta hoy disponibles sobre el cantante. Da la sensación que Moonage… es una pieza ensamblada con completa libertad, sin embargo está estructurada de una manera un tanto dispersa y atípica para lo que es el género documental. Ante las formas reiteradas y habituales de ir intercalando entrevistas y recitales, Morgen decide utilizar diseños audiovisuales abrumadores, lo que inexplicablemente resulta en repeticiones del vasto material. Sobreutiliza el avance de acordes de sus temas icónicos para luego hacerlos explotar con imágenes. Una vez que uno se aviva de este truco cinematográfico, espera a encontrarse con lo mismo en los minutos siguientes, algo que de hecho es lo que sucede y es ahí donde la propuesta de Morgen pierde cierta magia.
Es imposible que la destreza de Bowie en un escenario no impacte u opaque lo que Morgen quiso hacer con este film. Además, al poder presentarlo en grandes salas equipadas con buena calidad de imagen y sonido, la experiencia no puede más que mejorar.
Queda claro que otros documentales sobre la figura de Bowie desarrollaron sus distintas etapas musicales con mejores resultados. Aquí la mezcolanza que propone Morgen confunde; no obstante se puede apreciar que Bowie, en las tantas entrevistas que se presentan, deja todo bien claro. Al ser interrogado no hace más que atinar en las respuestas, descolocar al entrevistador que dirige sus preguntas hacia la obviedad y en muchos casos a la espera de que Bowie responda lo que ellos quieren que responda. Bowie no esquiva pero sí emplea el sarcasmo, sincero a tal punto de indicar que una de sus etapas musicales no iba a tener la profundidad de otras. Advierte a su público sobre lo que va a hacer y es consciente de su elección: el paso a volverse comercial como nunca antes, acaso un producto de estudio.
En esta, su oda, Morgen visita todas las aristas de Bowie de manera poética y heroica.
(Alemania, Estados Unidos, 2022)
Guion, dirección: Brett Morgen. Duración: 140 minutos.