Mundialito (Uruguay, 2010)
Dirección: Sebastián Bednarik. Guión: Sebastián Bednarik, Andrés Varela. Producción: Andrés Varela. Distribuidora: 3C Films Group. Duración: 75 minutos.
Crónica de un Circo Olvidado
A comienzos de la década de los ochenta, casi toda Sudamérica estaba monopolizada por gobiernos dictatoriales de lo más siniestros que recuerda su historia. El mundial jugado en Argentina en 1978, fue un circo que no sólo reforzó al gobierno militar, sino que funcionó como una gran fiesta para exhibir ciertas “virtudes” del régimen.
El Mundialito fue un torneo organizado por la FIFA en 1980, donde congregaba a todos los campeones mundiales hasta ese momento, en el país que había sido la primer sede del mundial allá por 1930, Uruguay. Nuestra nación vecina estaba bajo el mando de una nefasta dictadura militar desde 1973. Un mes antes que se realice la competencia, el gobierno de facto había llamado a un plebiscito al pueblo uruguayo, para que le autoricen a reformar la constitución y así legitimarse aun más en el poder.
Estos acontecimientos son los que construye este interesante documental charrúa, que da cuenta del vínculo no casual que hay entre las grandes fiestas deportivas y los intereses políticos para maniobrar a las masas. Se vale de los recursos clásicos en este tipo de metrajes: entrevistas y piezas de archivos, muchas de ellas inéditas.
Las entrevistas cuentan con valiosos e interesantísimos testimonios de gente muy diversa, y hasta con argumentos muchas veces contradictorios. Observamos a un molesto Joao Havelange, cuando le hacen una pregunta política; a dos ex presidentes uruguayos y al actual mandatario, algunos de los jugadores de la selección celeste, campeona de ese mundialito, periodistas deportivos, ex presos políticos, la estrella de fútbol brasilera Sócrates, conductores de televisión, etc.
El montaje del material de archivo, nos permite acceder a planos donde vemos imágenes de los noticieros de la época, fotografías, segmentos de la publicidad, la portada de los diarios, y los grandes momentos futbolísticos del torneo, relatados por Víctor Hugo Morales. Disfrutamos de golazos hechos por Ramón Díaz y Maradona, y también unas declaraciones de un jovencísimo Diego, con un discurso tan polémico como en la actualidad.
Lo más rico, son las hipótesis que se van tejiendo con el panorama político imperante. Al comienzo del documental, declara el ex presidente Julio María Sanguinetti: “siempre los gobiernos han tratado de usar el deporte como un modo de asociarse al éxito o a la inversa, y los gobiernos autoritarios mucho más”. Así, vemos como se despliegan las dudas iniciales de los militares si organizaban el torneo o no; o la manipulación que hicieron del mismo con el plebiscito propuesto; la canción oficial que intentaron imponer pero la que finalmente se impuso fue otra, algo más disimuladamente contestataria. Como la oposición, silenciada y a escondidas, también usó el campeonato, para hacer campaña por el No al referéndum; el intento para alcanzar la señal de televisión a color.
El plebiscito para el gobierno militar era un partido ganado, no había antecedentes que un régimen autoritario haya perdido una elección de este estilo, y con el mundialito casi pegado, era un golazo. Afortunadamente les salió el tiro por la culata y el pueblo que disfrutó, cantó y festejo la victoria uruguaya, también le dijo NO a la dictadura. Algo muy palpitante es que mientras la hinchada festejaba la Copa de Oro que había obtenido la celeste, cantaba en las calles “se va a acabar, se va acabar, la dictadura militar”.
Un documental que recupera una página borrada de la historia uruguaya, rescata un torneo que permitió el abrazo conjunto entre presos políticos y guardias carceleros; un pueblo que no se dejó enceguecer por el circo romano armado por la dictadura, pero que eso tampoco le impidió disfrutar de la gloria deportiva; una copa ganada, que quedó en el olvido, ni siquiera aparece entre los laureles de la Asociación Uruguaya de Futbol. Mundialito es una apuesta a la reflexión y a recuperar la memoria pérdida del inconsciente colectivo, desde las más diversas voces y posiciones ideológicas.