Norberto Apenas Tarde (Uruguay, Argentina, 2010)
Dirección y Guión: Daniel Hendler. Producción: Micaela Solé, Daniel Hendler, Sebastián Aloi. Elenco: Fernando Amaral, Eugenia Guerty, Cesar Troncoso, Roberto Suárez, Silvina Sabater. Duración: 88 minutos.
(Ambas críticas fueron escritas durante el BAFICI 2011)
Primera experiencia tras las cámaras de Daniel Hendler.
Norberto es un hombre que no encaja en muchos preestablecidos que la sociedad impone, su pareja lo maltrata, no funciona en el ámbito sentimental ni siquiera en su trabajo donde lo pasan por encima sin darse cuenta, no tiene carácter, deja pasar, cede, íntimo amigo de Mr. Celofán.
Cuando alguien está por implosionar, mejor cambiar de dirección y…explotar. Es así como Norberto comienza a desvincularse de lo no sano y a seguir otro camino, nuevos amigos, nuevas experiencias, lugares y actividades que lo renuevan, una de ellas, la actuación. El no solo es uno de los denominados “perdedores” en este relato, es un ausente, manipulado y manipulador sigiloso, intenta seguir adelante y subsistir como puede, explorando extremos, instancias no vividas en etapas quemadas.
El film cuenta con una estética más que cuidada y rubros técnicos que sobresalen a simple vista, desde la cuidada fotografía, iluminación, dirección de arte y adecuada musicalización. Si bien carente de determinados matices estructurales en guión, llegado un momento la sordidez del film culmina propagándose por demasía, los personajes volviéndose reiterativos y girando sobre un mismo eje ya transitado. No obstante la experiencia de encontrar un film que transcurra en Montevideo, y por tratarse de ser una ópera prima no presenta falencia alguna sobre el mérito visible y buena intencionalidad del film.
Fernando Amaral como Norberto brinda una actuación por momento muy enérgica y similar en composición a la de Un Hombre Serio, el tipo al que le pasan todas o casi todas.
delorenzo@asalallenaonline.com.ar
Debut en el largometraje del actor fetiche de Daniel Burman, Norberto es una comedia dramática bastante lograda acerca de un hombre, que descubre (apenas tarde) que para ser feliz debe cambiar de vida: dejar su trabajo, dejar su casa, dejar a su esposa, dejar su auto… Todo lo envuelve a este pequeño, pequeño, sencillo y un poco mentiroso personaje en una red de depresiones internas, que Hendler con su protagonista, Fernando Amaral tratan de evitar mostrar. El tono melancólico, lacónico, distanciado es efectivo con una narración bien llevada, que se conecta un poco con Dos Hermanos de Daniel Burman justamente. En ambas obras, los protagonistas (en el caso de Dos Hermanos, el personaje de Gasalla), descubren en el Teatro y la actuación, la salida para descubrirse a ellos mismos y despegarse del entorno molesto. Excelente la actuación de Amaral, para una película simpática y minimalista que satisface la expectativas.