
Miercoles 30 de marzo.
Voz (Chino Laborde).
Bandoneones (El Ministro, Julio Coviello, Pablo Gignoli, Eugenio Soria),
Violines (Federico Terranova, Pablo Jivotovschii, Bruno Giuntini)
Violoncello (Alfredo Zuccarelli),
Contrabajo (Yuri Venturín)
Viola (Juan Carlos Pacini)
Piano (Santiago Botirolli)
En una noche cálida de otoño me acerco por el barrio del abasto para ver por primera vez a la Orquesta Típica Fernández Fierro.
El show estaba pactado para las 22.30 hs., luego de más de una hora de espera, cerca de medianoche, apareció la orquesta.
El CAFF estaba repleto de habitués y turistas, quienes seguramente fueron recomendados para poder escuchar buena música porteña en pleno Buenos Aires.
Mas allá de conocer de su existencia y haber escuchado temas de ellos en algún momento, me encontré con algo que intuía que iba a pasar en mi pensamiento: una gran banda de música urbana.
La Fernández Fierro suena muy bien, con tipos súper profesionales, que hacen esto hace varios años, y lo transmiten en cada momento del show.
Además, contando con la inmensa voz del Chino Laborde, con ese ir y venir tan peculiar, que hacen que la orquesta suene sola, y cuando reaparece su voz es parte de un todo perfectamente amalgamado.
Esa mezcla de tango moderno y canyengue, y el estilo rocker de sus integrantes, dan un toque personal y propio a la banda.
Fue un show de más de una hora, muy parejo, con temas instrumentales y otros cantados, recorriendo las distintas etapas de la agrupación, y aprovechando la ocasión para grabar un disco en vivo, jugando de local, con la participación del público, altamente efusivo.
Milongas, tangos, y varios temas inéditos dieron calor a la noche porteña.
El diálogo del Chino Laborde con el público fué incrementándose a medida que transcurría el show, y sus apariciones intermitentes en el escenario, cambiando de look, le dieron un sentido especial al espectáculo.
Buen sonido y una ambientación correcta, hacen de este espectáculo una delicia porteña.
La noche se fué acabando, con un par de bises, varios comentarios sobre la posible presentación posterior en el escenario de la banda irlandesa U2, que actuaba en La Plata, y vendría para el CAFF, brindaron risas y festejo al público que a esa hora disfrutaba la noche con complicidad.
Todo concluye, y esto también, pero por suerte la Fernández Fierro sigue sonando, y la noche fue feliz.