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CRÍTICAS

Recital de Turf con Charly García como invitado especial, por Patricio Durán

En medio del operativo retorno, que comenzó el año pasado con un disco nuevo y varias presentaciones en vivo, Turf armó una fiesta en el teatro Vórterix. El lugar se fue llenando lentamente mientras tocaban The Dandy Changos primero y Mi Amigo Invencible después, los invitados para abrir la noche (aunque todavía faltaba para el gran invitado).

Después, mientras esperábamos a Turf, hubo una selección de canciones –elegidas por la banda es la conjetura– que representan a la perfección a Levinton y compañia: psicodelia inglesa, la amalgama entre los 60, el sonido de Manchester y algo de britpop (además del componente absurdo y extravagante que nunca les falta). Sonaron entonces Beatles, Stones, Zombies, Kinks, Stone Roses y Stereophonics, entre otros, hasta que se apagaron las luces y comenzó el show.

Apenas pasadas las 21 empezó el recital y durante casi dos horas y media se sucedieron los hits que alternanban con las canciones de Odisea, el disco que mencionábamos. El álbum nuevo sonó entero, como prometió Joaquín Levinton, y agradeció la buena recepción de las canciones. Fueron tan celebrados los viejos conocidos “Cuatro personalidades”, “No se llama amor” o “Magia blanca” como “Los freaks de la TV” o “Disconocidos” (esta última con un puñado de zombies bailando en el escenario). Es que este regreso de Turf fue con un trabajo que recupera sus melodías pegadizas aunque un tanto predecibles, pero que siempre ofrece canciones redondas y accesibles. Y divertidas, porque la esencia del show de Turf fue esa: una fiesta, una celebración. Papelitos al comienzo y al final, luces, pantallas que inundaban todo el teatro de colores vivos, la gente y la banda cantando y saltando. La banda sonó potente y ajustada, nada para reprocharles, salvo algún que otro pifie de Joaquín, perfectamente perdonable.

Pero el momento histórico de la noche fue con el invitado especial, el invitado más especial que cualquier banda de rock argentino puede tener, el músico del que Turf puede presumir por haberlos apadrinado cuando estaban comenzando. “¡Say No More!”, gritó el guitarrista Leandro Lopatín al finalizar un set y para cuando volvieron a abrir el telón Charly García ya estaba sentado en un sillón, con unos teclados, cantando “King Kong” (de su disco Kill Gil) junto al grupo. Durante cuatro canciones Charly se apropió del show, como tantas veces se lo hizo a María Gabriela Epumer, Fito Páez, León Gieco y los propios Turf en otras épocas. Siguió con “Substitute” (un cover de The Who), “Chiquilín” y “Me siento mucho mejor” (otro cover sesentoso, en este caso de The Byrds, aunque García hizo su versión en español). El público cantó, bailó y alentó a Charly. La banda emocionada le agradeció la visita.

El telón volvió a cerrarse para abrirse una vez más y, ya sin Charly en el escenario, terminar el recital con sus grandes éxitos: “Pasos al costado”, “Loco un poco” y “Yo no me quiero casar, y ud?”. En este tramo final la fiesta fue completa, no faltó el pogo y el público cantó más fuerte y saltó más alto.

Turf volvió después de diez años y el sábado a la noche en el Vórterix demostró que es un retorno más que valioso si uno busca una banda para pasar una noche emocionante y divertida.

© Patricio Durán, 2018 | @moss_elixir

Permitida su reproducción total o parcial, citando la fuente.

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