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CRÍTICAS - CINE

21 La Gran Fiesta (21 & Over)

(Estados Unidos, 2013)

Dirección y Guión: Jon Lucas y Scott Moore. Elenco: Miles Teller, Skylar Astin, Justin Chon, Sara Wright, Jonathan Keltz. Producción: David Hoberman, Ryan Kavanaugh, Todd Lieberman, Hugo Shong y Andy Yan. Distribuidora: Energía Entusiasta. Duración: 93 minutos.

La libertad de hacer lo que hacen todos.

Es difícil encontrar un poster publicitario de una película que mienta tanto como uno de los de 21 La Gran Fiesta que encontré colgado en el cine. Por empezar, esta comedia juvenil no se trata de ninguna gran fiesta, aunque aparecen varios festejos durante la alocada noche que se retrata en la historia. En segundo lugar, aparecen en la foto dos personajes que no son exactamente los protagonistas (en especial la chica, que sería un personaje secundario que se suma a los tres amigos que llevan adelante la historia). Por último, el cartel reza extrañamente “de los directores de ¿Qué Pasó Ayer?”, cuando en realidad Jon Lucas y Scott Moore, realizadores de este proyecto, fueron guionistas de aquel estelar filme de Todd Phillips.

En cuanto a la película, nos encontramos una vez más con una comedia juvenil que busca colgarse de la fama de comedias extremas de gran éxito, como la mencionada ¿Qué Pasó Ayer? (Todd Phillips, 2009), Supercool (Greg Mottola, 2007) y la saga de American Pie, aunque en realidad lo imposible es no emparentarla con Proyecto X (Nima Nourizadeh, 2012), esa basura de intento de comedia para niños bobos que se estrenó el año pasado, cuyo poster también quería sacar crédito de la producción de Phillips. Aquí, como tantas otras veces, el motivo de festejo es un cumpleaños, pero no cualquier cumpleaños, sino el número 21 de Jeff Chang (Justin Chon), un estudiante de medicina que vive en un campus universitario y recibe la visita sorpresa de sus dos mejores amigos del secundario, Miller (Miles Teller) y Casey (Skylar Astin). Como de costumbre, el cumpleañero no querrá pasar la noche de juerga porque tiene una entrevista de trabajo muy importante al día siguiente, pero la insistencia de Miller terminará por llevarlos de bar en bar hasta que termine en una indefectible borrachera.

21 La Gran Fiesta es un espectáculo vagamente entretenido, cuyo único motor humorístico son las salvajadas y el vértigo de no poder parar nunca. No hay en el guión más de dos o tres gags bien puestos y el resto son simplemente una sucesión de imágenes alocadas y “miniconflictos” insertados en una trama que se alimenta del factor tiempo para mantener la atención. Al igual que en ¿Qué Pasó ayer? el agasajado debe regresar a su casa para ir a la entrevista y la noche entera parece conspirar en su contra, con lo cual la narración acelerada y el montaje videoclipero -aunque absolutamente desprolijo- nutren al relato de un cierto halo de suspenso. Si hay algo que tiene este filme que carecía aquella patética comedia llamada Proyecto X, es la posibilidad de tenerles un mínimo de empatía a los personajes, porque aquí sí parecen haber sido construidos con un pequeñísimo grado de verosimilitud. Los tres protagonistas sufren de la misma aflicción: la presión adulta de ser maduros, estudiar y tener éxito. Jeff Chang es presionado por su aterrador padre. Casey le dice a una chica que le gusta que pasará su último receso de primavera haciendo una pasantía. Miller, el más descontracturado e irresponsable, es regañado por sus propios amigos por no hacer lo que corresponde. Y todo el filme gira en torno a mostrar esa necesidad de la juventud de escaparse de los mandatos sociales impuestos por los adultos, los “aburridos adultos de traje que manejan una camioneta”, según palabras de uno de los personajes. Y sin embargo, ninguno de ellos parece darse cuenta de que en esa libertad que anhelan, lo único que buscan es emparentarse, parecerse, desaparecer en una enorme masa de idiotas cuyo propósito en la vida no existe, huir de las responsabilidades, despersonalizándose con lo que sea que encuentren a mano. Ningún personaje cae en la cuenta que en la libertad de ese descontrol permanente no hay más que un encierro impuesto por otro mandato social, el de ser admitido por los pares a costa de lo que sea.

Sin embargo, hay pequeños resabios en este trío que los acercan un poco más a la relación de los personajes de Supercool, aquellos sensibles adolescentes que en realidad valoraban mucho más su amistad que cualquier fiesta, mujer o trago que se les pudiera presentar enfrente. Es allí donde esta comedia gana un par de puntos y se aleja de comedias más cínicas y menos disfrutables. Estéticamente mala, sin ofrecer momentos para la carcajada y con actuaciones bastante pobres de todo el elenco, aun así 21 La Gran Fiesta es un filme que tiene en Miller y su catarata irrefrenable de estupideces dichas a cada segundo, en lo acartonado del dubitativo Casey y en el fiestero de Jeff Chang a tres personajes medianamente bien construidos y que pueden hacer de esta comedia adolescente del montón algo mínimamente mejor que el promedio.

calificacion_2

Por Juan Ferré

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