Con intertítulos, claroscuros, material de archivo y entrevistas, Andrés Habegger bordea un lugar para la niñez en general, y la suya en particular.
¿Y si la infancia solo sobreviviera en las imágenes?
Si bien su búsqueda se contrapone con la insistencia de preguntas retóricas, la puerilidad se afianza gracias a experimentación visual y la curiosidad del realizador por la figura de Norberto Habegger, su padre y periodista argentino. Ni en una ni otra el realizador pretende rigor en su estructura. Sopesemos esto con dos obras contemporáneas con las que ella dialoga: How Do You Measure a Year? (2021) y Apuntes desde el encierro (2022).
La primera registra durante diecisiete años las preguntas del realizador Jay Rosenblatt a Ella, su hija, con sus sendas respuestas. La segunda recopila grabaciones durante la pandemia a modo de diario ensayístico sobre las consecuencias y los alcances de un encierro. La de Habegger, presente en la muestra del DocBaires, triangula recuerdos, reflexiones y diálogos entre infancia y adultez.
¿Es posible definirse en una imagen?
Hablo de triángulo por simultaneidad y parecidos con las otras dos películas. Franca González, Rosenblatt y Habegger están apelando al otro -y su desaparición en el plano-, a una infancia interpeladora y a una inocencia que mira menos desde la ingenuidad.
Probablemente los traspiés de Habegger son remarcar la intención retórica con preguntas cerradas y confiar en exceso en los intertítulos. El trato recurrente de sus inquietudes como callejones sin salida hace que sus imágenes sirven de apoyo más que de descubrimiento.
¿Cómo ocurren las cosas cuando nadie las filma?
De otras maneras la película invita a que las infancias retratadas sean coautoras de estas impresiones. Como también Rosenblatt y González lo hicieron, Andrés convoca a otros a crear dentro de lo ensayado. Mientras en esas obras entrevistados cantaban y grababan tomas, aquí tocan la guitarra, juegan, fotografían. En particular Maia Habegger diseñó el póster e hizo cámara en algunas escenas.
Tal generosa paridad o comunidad produce lazos cómplices donde nuestra mirada espectadora está incluida. En ese sentido filmar no puede suspender la vida, como sí sugiere Andrés que a veces ocurre. Esta desconfianza en su medio lo hace subrayar cosas cuando pudo decirlas en menos escenas y con más sutileza. Para muestra, la fortaleza emocional y los rigurosos hallazgos en el montaje de las otras dos películas mentadas sin que ellas arriesguen su sencillez.
* Las cursivas pertenecen a Casi todo sucede en los sueños.
(Argentina, 2022)
Guion, dirección: Andrés Habegger. Duración: 60 minutos.