Fuego Entre Mujeres
Dirección y Autoría: José María Muscari. Elenco: Irma Roy, Dalma Maradona y Mónica Salvador. Música: Sandro.
Como tantos directores y dramaturgos, José María Muscari puede ser admirado u odiado. Es que sus obras no son fáciles de deglutir. Justamente, imaginemos sus piezas como un plato de comida. Suelen tener una buena porción de crítica social, una guarnición de tensión y odio entre los personajes, una milhojas de malas palabras “guarangas”, una suave salsa de referencias a famosos o la vida real de los actores protagonistas, y un trago fuerte de escenas trasgresoras. Éste estilo, en el caso de Fuego entre Mujeres, es perceptible desde que uno entra a la sala Petit del Tabarís. Mónica Salvador, una de las tres actrices, está presente en el escenario, tomando whisky y viendo una colección de besos lésbicos en su televisión. Para un espectador conservador, esta sería la perfecta ocasión para levantarse de la mesa e irse sin hacer el pedido.
Basada en una obra del mismo autor, Piel de Chancho, protagonizada por la recientemente fallecida María Aurelia Bisutti, esta adaptación cuenta la convivencia de tres generaciones tras la muerte del padre de la familia en un incendio. Cada una con características chispeantes: la mayor es pirómana, la del medio reprime su homosexualidad y la más chica es bulímica; matices que son abordados con un explosivo humor sarcástico.
En su pico de popularidad, Muscari, que actualmente también tiene en cartel El Anatomista, repite algunas particularidades recurrentes en su trayectoria, como las miradas hacia el público, la complicidad que se genera en todo momento, los textos largos para cada actriz y las insinuaciones sexuales.
Mónica Salvador resulta la más contundente en su interpretación. Experta en monólogos, se luce en lo que es uno de los picos de la obra, cuando le toca dialogar con las siete filas del lugar. Irma Roy, dedicada de lleno nuevamente a la profesión, sorprende con un rol jugado, el cual recibe todos los maltratos e insultos que una persona pueda decir. También se luce Dalma Maradona, que con espontaneidad, frescura y credibilidad logra su mejor trabajo hasta la fecha.
Vale destacar que Sandro participa como un cuarto protagonista. El escenario está empapelado por posters del cantante y en ocasiones las tres mujeres cantan o hacer la mímica de los éxitos del gitano.
Lo que falla en este interesante menú es que las tradiciones literarias de Muscari comienzan a desgastarse. Principalmente, lo que empieza a mostrar fecha de vencimiento son las referencias a personajes mediáticos de último nivel y las malas palabras sin sustento. No fracasan por lo que podría considerarse subjetivamente “mal gusto” o “desvalorización”, sino porque quien sigue la dramaturgia del autor, siente que su estilo se torna reiterativo y, a fin de cuentas, previsible.
Teatro: Sala Petit del Teatro Tabarís Corrientes 829 y en gira por el Interior.
Tel: 4395-5455.
Funciones: Jueves 21:30.
Entradas: desde $70.
