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CRÍTICAS

Las estaciones del amor

 

 

Las estaciones del amor

Versión libre y dirección: Rita Terranova. Percusión: Sebastián Cortese. Asistencia de dirección: Emiliana Tribolo. Realización de vestuario: María Angélica Billone Diseño de Iluminación: Soledad Ianni. Magia: Quique Marduk Elenco: Manuela Díaz, Renata Marrone, Belén Santos.

 

Rompiendo el estigma que acosa a los roedores como seres desagradables, sucios y asquerosos, La Ratonera Cultural pone en escena una obra bella, sencillamente bella.

Belleza es lo que despilfarra Las estaciones del amor, de Rita Terranova, cuyas representaciones pueden verse los viernes y sábados en ese espacio cultural tan particular.

Hablamos de una obra en la que se cruzan las cartas y diarios íntimos de tres mujeres elegidas por algún criterio que desconozco y que prefiero llamar capricho, porque entre capricho y deseo suelen salir las mejores manifestaciones del alma. Nuestras mujeres son Clara Schumann, Manuela Sáenz y Mariana Alcoforado.

Una magnífica artista alemana de mediados del 1800, una militante revolucionaria ecuatoriana de principios del siglo XIX y una monja portuguesa de fines del 1600 se unen en este espacio de la mano de Terranova, a partir del vínculo con sus hombres. Escuché por ahí que se trataba de una obra “muy ovárica”. Es posible el eufemismo, sin embargo, es dable recordar que hablamos de mujeres que siguen a sus hombres, que dan –o postergan- su vida por ellos, que los aman, los sufren, los siguen y persiguen, que no suelen avanzar a su par sino a su sombra…y entonces la también posible asociación feminista quizás tambalee un poco…

La magnífica artista que fue Clara Schumann se nos representa de la mano de Belén Santos, quien construye a una mujer de un amor puro, familiar, casi angelical, absoluto, por ese complemento casi perfecto que fue Robert Schumann componiendo la música que sus femeninas manos hicieran sonar. (Sí, la obra elige esta interpretación y decide excluir otras posibles, como el egoísmo del esposo, la postergación de la carrera musical de Clara en pos de su rol de esposa y madre o bien el amor nunca absolutamente corroborado por Brahms, entre otras)

La valiente comprometida Manuela Sáenz, esa de la que tanta información nos ha negado la historia oficial, reduciéndola a mera amante de Simón Bolívar, no ha sido sólo su amante, sino su par, su compañera de vida y muy por encima de su elección amorosa, ha sido una líder fundamental en la lucha revolucionaria de los pueblos latinoamericanos. Encarnada por Manuela Díaz, Sáenz nos habla de su amor por el libertador, quien gusta llamarla –mal que le pese al poder instituido de hoy y de antes- “la libertadora del libertador”. Amor que no es platónico, que no es inmaculado como solían narrarse los amores femeninos de antaño, es amor puro, del carnal, del intelectual y del comprometido. Es amor de pares. Amor libertario unido en una misma causa, tan carnal como puede serlo la lucha por la liberación de los pueblos.

Renata Marrone le da vida al único amor de esta historia que no ha sido correspondido. Narra la historia sentimental de la monja que fue Mariana Alcoforado quien se siente seducida y abandonada por el Conde de Chamilly, caballero que la olvidara luego de recibir sus caricias, dejándola abandonada no sólo a sus recuerdos, sino a su propia pasión encerrada tras los muros del convento que la ocultó del mundo durante todos sus días, dejándonos como único legado las cinco cartas que le dirigiera a aquel gentilhombre que se desentendió de su amor.

Estas tres historias son narradas en un marco escénico de un cuidado puntilloso (estético e histórico) digno de mención y en un despliegue de vestuario poco común en el circuito teatral alternativo y con detalles musicales en vivo que acompañan la solemnidad de la puesta.

No se verán grandes despliegues de acción, ni se está en presencia de un conflicto teatral contundente, estamos hablando de una obra básicamente epistolar, íntima. Hablamos de una obra centrada en la narración de los conflictos personales de cada una de éstas mujeres en relación a su hombre, a su historia de amor.

Pero si de gustos se trata (¿y de qué otra cosa podría tratarse?), quien guste de ver una obra bella con textos bellamente declamados, en un espacio escénico amorosamente cuidado, encontrará satisfacción a sus deseos.

 

Teatro: La Ratonera Cultural – Corrientes 5552.

Reservas: 4857-2193

Funciones: Viernes 22hs – Sábados 22.45hs

Entradas: $30,00 y $25,00

 

 

 

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