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CRÍTICAS - CINE

Las Ventajas de Ser Invisible (The Perks of Being a Wallflower)

(Estados Unidos, 2012)

Dirección y Guión: Stephen Chbosky. Elenco: Logan Lerman, Emma Watson, Ezra Miller, Paul Rudd, Dyan McDermott, Melanie Lynskey, Tom Savini. Producción: John Malkovich, Lianne Halfon y Russell Smith. Distribuidora: Alfa Films. Duración: 102 minutos.

No hace falta haber visto mucho cine para notar lo trillado que es todo en una película como Las Ventajas de Ser Invisible. Con mayores o menores variaciones, a esta historia de muchachín torturado con futuro de escritor que acaba de entrar a la preparatoria y se hace amigo de los seniors más freaks la vimos montones de veces. La ambientación ochentera y el hecho de que los protagonistas escuchan música más bien cool (The Smiths, Nick Drake y otras delicias de la platea indie-hipster) también han sido explorados hasta el cansancio en este tipo de películas. Pero así como Juno era una gran película a pesar de ser el show del lugar común, algo similar sucede con Las Ventajas de Ser Invisible.

Esto se debe a que Stephen Chbosky creó (primero en su novela homónima, luego en esta adaptación que escribió y dirigió) unos personajes realmente entrañables que, de tan buenos, recuerdan al ejemplo más acabado de todo este asunto de ver desde el presente cómo se creció en los ochenta: Freaks and Geeks. Las Ventajas de Ser Invisible le debe muchísimo a esa extraordinaria y brevísima serie del dúo Paul Feig-Judd Apatow que significó el trampolín para buena parte de los actores y directores de la comedia contemporánea. Pero logra desprenderse de aquel molde con armas nobles y con un grupo de actores a la altura de las circunstancias: Logan Lerman (el Percy Jackson de Percy Jackson) transmite todo el tiempo y a la perfección esa sensación de estar ahí y, al mismo tiempo, no estarlo (su personaje está toda el tiempo empastillado, aunque la película, en uno de sus tantos aciertos, no recarga las tintas al respecto). Emma Watson (la Hermione de Harry Potter; vaya crossover) está cada día más hermosa y es pura ternura, mientras que Ezra Miller (el Kevin de Tenemos que hablar sobre Kevin) compone a un gay teen gracioso sin ninguno de los clichés del gay teen gracioso. También aparece el enorme Paul Rudd como el profesor de literatura del protagonista, Dylan McDermott como el padre del muchacho y Melanie Lynskey (la chica que no es Kate Winslet en Criaturas Celestiales) como su tía muerta, y también hay un pequeño cameo de Joan Cusack. Pero la aparición más extraña y sorpresiva de la película corre por cuenta de Tom Savini, gran maquillador del cine de terror que suele hacer muchos cameos pero siempre dentro del género.

Las Ventajas de Ser Invisible termina siendo un gran exponente del que tal vez sea el subgénero favorito de muchos de nosotros: el coming of age; la historia de aprendizaje. Lamentablemente, no llega a ser excelente porque, a pesar de la sutileza y sobriedad frente a los temas difíciles que recorre toda la película, cerca del final se pone un tanto grave con la revelación de un detalle del pasado del protagonista, lo cual da lugar a un final aleccionador que molesta más que nada porque está fuera de tono en una película que, hasta unos minutos antes, había evitado el trazo grueso. Pero, más allá de estas falencias, Las Ventajas de Ser Invisible es una muy buena película.

calificacion_4

Por Juan Pablo Martínez

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