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CRÍTICAS

Los Opas (otro drama burgués)

Los Opas (otro drama burgués)

Dirección: Daniel Dalmaroni. Autor: Daniel Dalmaroni. Escenografía y Luces: Marcelo Salvioli. Vestuario: Cecilia Carini. Música original: Malena Graciosi. Diseño gráfico: Exequiel Abreu. Producción ejecutiva: Andrea Feiguin. Elenco: Jorge Brambati, Luciano Guglielmino, Natalia Rey y Ricardo Cerone. Prensa: Te Hago la Prensa.

Los Opas, escrita y dirigida por Daniel Dalmaroni, pese a que el subtítulo de la obra plantea la expectativa de colocarnos frente a otro drama burgués –similar a otros que conocemos- desde el comienzo ocurre todo lo contrario.

Si bien esta historia tiene por protagonista a una familia  argentina perteneciente a la clase media, desde el principio, a partir del momento en que el autor instala en el ámbito de lo real aquello que habitualmente pertenece al plano de la fantasía, con esta elección lo que hace es inscribir el drama en un terreno bastante alejado de la normalidad, abriendo el juego hacia un horizonte de expectativas incierto, donde todo puede ser posible después de haber cruzado determinados límites.

Todo transcurre en el espacio de la vida cotidiana, en el interior de una casa deteriorada, habitada por el desorden y la suciedad, con telarañas colgando de las lámparas de la sala principal, botellas de alcohol y bollos de papel desparramados por el piso, muebles desvencijados y arrumbados, una jaula sin pájaro, y diarios viejos.

Pero en medio de tanto abandono, un proyecto parece anidar en los carteles pegados sobre las paredes descascaradas. Así es, hay un plan. Ernesto, Mario y Ana son quienes deciden llevarlo a cabo. Es que ya no resisten los estragos que la enfermedad y la vejez de una anciana han hecho durante los últimos diez años sobre sus vidas; una anciana a la que están cansados de mantener emocional y económicamente, y que además ha sido la causante de todos sus fracasos y postergaciones. Por todo eso, tras la elaboración de un plan siniestro, acuerdan asesinarla.

Sin duda, ya la decisión de llevar a cabo un asesinato resulta chocante, pero en este caso, teniendo en cuenta  el vínculo que une a los victimarios con la víctima, resulta absolutamente macabro. Lo increíble es que ninguno de estos tres opas siente culpa, es más, comienzan a sentirse felices al fantasear con la idea de la gran vida que empezarán a vivir a partir del momento en que se deshagan de su madre.

El planteo en sí resulta espantoso; por ello el autor recurre al más crudo humor negro para hacer tolerable aquello que de otro modo sería insoportable. La obra se construye en el des-borde. Se trata de un mundo anclado en el absurdo, en el que seres patéticos, egoístas, desamorados y estúpidos son los partícipes necesarios sobre los que se sostiene este delirio. Y el matricidio, que normalmente queda circunscripto al plano de la fantasía, -a una expresión de deseo frente a una situación intolerable-, aquí se convierte en un hecho real y concreto, constituyéndose así en un contrarrelato burlesco de las relaciones de parentesco.

Con respecto a las relaciones de parentesco y a sus problemáticas, en esta pieza Dalmaroni expresamente homenajea a Roberto “Tito” Cossa, a través de un parlamento del personaje de la madre en la escena II: -“Tenés razón. No hay que llorar. “No hay que llorar, Nona”, como dice siempre Tito.” (…) “El enfermero de la mañana. Un genio, Tito.”. Un guiño interesante del autor que reconoce explícitamente un anterior abordaje de esta temática en otras obras.

En esta pieza también es para resaltar el gran desempeño actoral de todo el elenco, integrado por Jorge Brambati, Luciano Guglielmino, Natalia Rey y Ricardo Cerone, quienes a través de magníficas interpretaciones le dan carnadura a unos personajes realmente abominables, cuyas fisonomías se completan a través de un vestuario (de Cecilia Carini) que a simple vista logra plasmar el estereotipo de cada uno.

Y tanto la escenografía como la iluminación (de Marcelo Salvioli) contribuyen de un modo acertado a la construcción de los distintos climas, espacios y tiempos. Muy buena también la decisión de acompañar con música original (de Malena Graciosi) el pasaje de una escena a otra mientras la sala queda a oscuras.

Los Opas (otro drama burgués), de ningún modo se trata de un drama burgués similar a otros que hayamos conocido; porque justamente lo que hay en Los Opas es originalidad y mucho humor negro.

Los Opas, una tragedia que transcurre, silenciosa, en el devenir de la vida cotidiana.

Teatro: La Comedia – Rodríguez Peña 1062 – C.A.B.A.

Funciones: Viernes y Sábados 21.30 hs

Entradas: $ 60.- (descuento estudiantes y jubilados $ 40.-)

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